La prostitución, la salida 'más fácil' ante la sequía para las agricultoras en Zambia

Mujer en Zambia
DARRIN ZAMMIT LUPI/REUTERS
Actualizado: domingo, 11 septiembre 2016 11:21

LUSAKA 11 Sep. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

La falta de cosechas debido a la fuerte sequía provocada por el fenómeno meteorológico de El Niño en Zambia ha forzado a muchas agricultoras a prostituirse para poder pagar las facturas y hacer frente a la escasez de alimentos.

"En un buen día, gano 500 kwacha", cuenta Christine Mwenda, una pequeña agricultora de la región central de Mumbwa, para quien hacer algo así antes de parecía impensable. Desde 2014, la mujer de 37 años se prostituye en Lusaka, la capital. Lo que gana es más que lo que obtenía cultivando maíz, comenta, y le da una oportunidad de alimentar a sus cuatro hijos.

Según aclara Mwenda, que ha pedido no ser identificada con su verdadero nombre, cultivando sólo obtenía dicha cantidad "una vez al año", ya que una vez se descontaba el precio de los fertilizantes, el trabajo, el transporte y las semillas, le quedaba poco dinero tras la cosecha.

Como millones de zambianos, Mwenda ha estado tratando de hacer frente a los crecientes precios de los alimentos y la falta de electricidad ocasionada por la prolongada sequía que se ha visto exacerbada este año por 'El Niño', un fenómeno meteorológico que ha traído una persistente sequía a buena parte del sur de África.

Para muchos agricultores a pequeña escala y de subsistencia en Zambia, los largos periodos de sequía y las cada vez más erráticas lluvias se están volviendo algo cada vez más frecuente. El cambio climático, combinado con los costosos fertilizantes y semillas, hace que la agricultura sea menos atractiva para muchos.

"Hoy en día cuando cultivas maíz no estás seguro sobre la cosecha. La mayoría del tiempo te encuentras que las cosechas acaban secándose y tú solo cultivas lo suficiente para alimentar a una familia", explica Mwenda a Thomson Reuters Foundation. "Mientras, necesitamos enviar a nuestros hijos a la escuela", añade.

RIESGO DE VIH

Alrededor del 54 por ciento de los 16 millones de habitantes de Zambia vivían en la pobreza en 2015, la mayoría de ellos mujeres, según los datos publicados por la Oficina Central de Estadísticas el pasado mes de abril.

Buena parte de la extrema pobreza en Zambia se concentra en las zonas rurales. Según un informe de 2014 del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), se estima que la extrema pobreza es cuatro veces más alta en las zonas rurales que en los centros urbanos.

A la situación en el país productor de cobre no ha ayudado la caída del kwacha frente al dólar desde abril, como resultado de la caída de los precios de bienes a nivel mundial.

La penosa situación ha provocado que más gente emigre de las zonas rurales a las ciudades como Lusaka, Kitwe, Livingstone y Chipata, mientras que otros se han trasladado a las localidades fronterizas.

Lucy Bwalya, una académica de la Universidad Cavendish en Lusaka, afirma que muchas mujeres se van a la ciudad con la esperanza de convertirse en comerciantes, vendiendo en las calles ropa o comestibles. Sin embargo, un creciente número termina dedicándose a la prostitución, con el consiguiente riesgo de arresto, violencia y enfermedades de transmisión sexual.

"La prostitución es la salida más fácil y estas mujeres terminan arriesgándose a enfermedades como el VIH y el sida", subraya Bwalya, antigua responsable de programas de Tasintha, una organización humanitaria que trabaja con prostitutas.

Según el estudio demográfico y sanitario 2013/2014, la tasa de prevalencia del VIH entre los zambianos de entre 15 y 49 años era del 13 por ciento, frente al 16 por ciento en 2001/2002.

CULTIVOS RESISTENTES

Para animar a más mujeres a quedarse en sus tierras, la ONG zambiana Enviro Green ha estado enseñándoles a cultivar cosechas resistentes al cambio climático como sorgo, que requieren menos agua que el alimento tradicional básico, el maíz.

"En general estamos preocupados con esta migración de las zonas rurales a las urbanas, especialmente de mujeres que terminan trabajando en el sexo", afirma la directora ejecutiva de Enviro Green, Martha Simukonde.

También se enseña a las mujeres agricultoras técnicas agrícolas para conservar el suelo y el agua para minimizar la erosión y la falta de agua. "Siempre les enseñamos a que planten sus cosechas pronto para que con las lluvias tempranas puedan germinar. Incluso cuando pasan las lluvias, las cosechas que fueron plantadas pronto tienen una oportunidad de crecer", afirma Simukonde.

Para algunas mujeres, sin embargo, estos esfuerzos llegan demasiado tarde. Women in Law and Development in Southern Africa (WILDAF), un grupo de defensa de los derechos de las mujeres, sostiene que el Gobierno debería hacer más para afrontar la migración hacia las ciudades.

"Hay una necesidad de que el Gobierno ponga en marcha políticas serias que reviertan esta tendencia en la que las mujeres están llegando a las zonas urbanas para trabajar como prostitutas, lo que les expone al VIH y el sida", defiende el responsable de programas de la organización, Charles Sibeene.

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