MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La agencia afgana de noticias Pajhwok ha publicado este lunes una fotografía del cadáver del 'número dos' de la facción rebelde de los talibán, el mulá Mansur Dadulá, después de que el grupo desmintiera su fallecimiento.
Fuentes citadas por la agencia han asegurado que el mulá Dadulá murió en los enfrentamientos entre las facciones talibán en la provincia de Zabul (sur), y que su cadáver ha sido recuperado en los últimos días.
Estas fuentes han apuntado que el cuerpo fue localizado en la vivienda del mulá Abdulá Haqmal y que los talibán no han querido pronunciarse debido a que no consideran su muerte como una victoria. El Gobierno tampoco se ha pronunciado sobre estas informaciones.
Este mismo mes, el subcomandante de la Policía de Zabul, Ghulam Jilani Farahi, afirmó que el mulá Dadulá había muerto a manos de talibán leales al líder del grupo, el mulá Ajtar Mansur, en un enfrentamiento en la localidad de Jak-i-Afghan.
Sin embargo, el portavoz de la facción rebelde, Qari Hamza, aseguró que las informaciones han sido difundidas por los opositores al grupo para "ocultar las numerosas bajas" sufridas durante los enfrentamientos.
Varios comandantes talibán que se opusieron al nombramiento del mulá Mansur como líder del grupo nombraron al mulá Mohamad Rasul como líder de una escisión de la formación, grupo que contaría con el respaldo del Estado Islámico.
Rasul fue uno de los comandantes que se negó a jurar fidelidad a Mansur como nuevo líder de los talibán tras la confirmación de la muerte del hasta entonces líder supremo del grupo, el mulá Muhamad Omar.
Los talibán rebeldes, que se autodenominan Alto Consejo del Emirato Islámico de Afganistán, nombraron además a Dadulá como 'número dos' de la facción, lo que supone un desafío para Mansur debido a la influencia con la que contaba Dadulá en el sur del país.
Dadulá, hermano del importante comandante talibán Dadulá Ajund, había rechazado igualmente el nombramiento de Mansur y llegó a afirmar que Omar no murió por causas naturales, sino que fue asesinado.
Los talibán confirmaron oficialmente en julio que el mulá Omar llevaba muerto más de dos años después de que los servicios secretos afganos filtraran la noticia. Al día siguiente eligieron al mulá Mansur, hasta entonces 'número dos' de los talibán, como líder del grupo.
Muchos de los comandantes talibán y también la familia del mulá Omar expresaron su malestar con este nombramiento, ya que lo consideran demasiado cercano a Pakistán. Además, cuestionan el hecho de que Mansur ocultara durante dos años la muerte de Omar, defendido para fomentar la cohesión de los talibán.
Los talibán se vieron entonces arrastrados a una disputa en torno a la sucesión marcada por las diferencias entre Mansur y el mulá Mohamad Yaqub, hijo mayor de Omar, si bien éste juró finalmente su fidelidad al nuevo líder en septiembre.