MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, fue grabado aparentemente burlándose del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según una grabación publicada este jueves por la cadena de televisión local Nine Network.
Las declaraciones de Turnbull tuvieron lugar durante un encuentro con periodistas celebrado en la noche del miércoles en la capital, Canberra, y que por protocolo debía no ser publicada.
En su intervención, el primer ministro australiano imita a Trump y hace referencia a la investigación en torno a los presuntos lazos entre su campaña electoral y las autoridades rusas.
El propio Turnbull ha defendido que sus palabras "fueron afectuosamente desenfadadas", agregando que "fue una ruptura del protocolo, de la fe y todas esas cosas". "Eran afectuosas y buenas en naturaleza. El objetivo de los chistes era yo mismo", ha dicho.
Por su parte, la Embajada estadounidense ha dicho no estar preocupada por las palabras del primer ministro australiano. "Entendemos que el evento es equivalente a la cena de corresponsales de la Casa Blanca. Las tomamos con el buen humor con el que fueron pronunciadas", ha dicho un portavoz.
Las relaciones entre Trump y Turnbull tuvieron un inicio difícil, después de una primera llamada entre ambos en la que el mandatario estadounidense acabó colgando tras criticar un acuerdo en materia de refugiados firmado por su antecesor, Barack Obama.
Trump criticó el pacto alcanzado por Obama para reasentar a 1.250 solicitantes de asilo que se encuentran en los centros de refugiados que Australia mantiene en islas en el Pacífico de Papúa Nueva Guinea y Nauru, según altos cargos citados por el diario 'The Washington Post'.
En opinión de Trump, dicho acuerdo era "el peor de la historia" y con él lo que Australia estaba buscando era exportar a los "próximos terroristas de Boston", en referencia a los dos hermanos de origen checheno que perpetraron el atentado contra el maratón en dicha ciudad estadounidense en abril de 2013.
El presidente estadounidense dijo a Turnbull que había hablado ese día con otros cuatro mandatarios, incluido el presidente ruso, Vladimir Putin, y que "esta es la peor llamada de lejos", colgando el teléfono a los 25 minutos, cuando estaba previsto que hablaran durante una hora.
Tras conocerse la tensa conversación, Trump recurrió a su cuenta en Twitter para reafirmarse en su postura: "¿Podéis creerlo? La Administración Obama acordó recibir a miles de inmigrantes ilegales desde Australia. ¿Por qué? Estudiaré este tonto acuerdo", prometió.
Por su parte, Turnbull reconoció que Trump no habría firmado el acuerdo si él hubiera sido entonces el presidente, pero ha indicado que "ha dado el compromiso" de que lo cumplirá.
En cuanto al cariz que tomó su conversación telefónica, el primer ministro australiano dijo que "no es correcto" que Trump le colgara y sostuvo que fue "muy franca y directa".
En declaraciones posteriores recogidas por los medios australianos, Turnbull dejó claro que el acuerdo para el traslado de solicitantes de asilo contempla un estricto proceso de control.
Preguntado sobre si tiene un 'Plan B' en caso de que Trump opte por cancelar lo pactado, afirmó que el Gobierno estaba explorando "todas las opciones que no sean el trasladar a los refugiados a Australia".