CARACAS 9 May. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Puerto Cabello, Rafael Lacava, ha exigido al Gobierno venezolano la declaración del estado de emergencia ante la falta de agua potable para abastecer a esta ciudad de más de 200.000 habitantes situada en el centro-oeste de la costa venezolana. La crisis del agua lleva meses afectando a esta región de la costa del estado de Carabobo.
Lavaca ha informado del cierre parcial de la Alcaldía para que los funcionarios colaboren y la suspensión de todas las actividades educativas y ha aprovechado para pedir calma a la población, según recoge el diario venezolano 'El Universal' en su edición digital.
"No tengo intereses demagógicos, quiero que Puerto Cabello salga de esta calamidad, es por eso que solicito al Gobierno nacional que decrete una emergencia en Puerto Cabello, debo también decir que las actividades escolares serán suspendidas momentáneamente, ahora no existen condiciones para llevar agua a todos los planteles educativos", ha indicado en declaraciones a la prensa.
El alcalde ha hecho este llamamiento después de dos días consecutivos de protestas en diversas comunidades cuyos habitantes cortaron calles y avenidas para demandar agua potable. Lavaca ha advertido de que con estos disturbios no se logrará que llegue agua.
"Aquí hay dos cosas. La primera es la desesperación de la gente que es pública y notoria, la segunda es que de eso se aprovechan los políticos para intentar pescar en río revuelto. Ambas cosas puede ser un detonante para la ciudad porque podrían generar consecuencias catastróficas", ha argumentado.
Además, ha recordado que con las calles cortadas los camiones cisternas no podrán llevar el agua a las comunidades. "Quiero que tengan presente que por tubería no va a llegar el agua hasta que empiece a llover. Lo que queda por ahora es para tratar de atender a las comunidades a través de estos planes, no puedo pelear contra la sequía, por eso la inconsciencia no puede estar presente ahora", ha apelado.
Lacava ha explicado que la municipalidad dispone de 10 camiones grandes, 26 cisternas, 30 camionetas y furgones destinados al Plan Neptuno para repartir agua procedente de seis pozos distintos.