MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha asegurado este jueves que las autoridades del país están dispuestas a restablecer un "diálogo constructivo" con el Gobierno ucraniano para evitar conflictos fronterizos.
"Volvamos al diálogo constructivo, eficaz y consistente, como dicen los diplomáticos. Estamos dispuestos, lo haremos con placer, y cuanto antes, mejor, pues Rusia no necesita ningún conflicto en sus fronteras", ha aseverado el dirigente ruso.
Asimismo, Putin ha señalado que Moscú desea ver en Kiev la capital de un país amigo y ha afirmado que la situación en Ucrania es "insoportable" y que por ello hay que solucionarla de manera inmediata, según ha recogido la agencia noticias Sputnik.
"Nosotros amamos Ucrania y al pueblo ucraniano, al que consideramos un pueblo hermano, por no decir que somos un mismo pueblo", ha insistido el dirigente ruso, que ha manifestado que "aunque eso pueda no gustar ni a los nacionalistas rusos ni a los ucranianos, se podría decir que Ucrania y Rusia son el mismo pueblo".
El líder ruso ha afirmado que tarde o temprano las relaciones entre Ucrania y Kiev se restablecerán. "Un millón de ucranianos se han trasladado a Polonia y hay muchos de ellos en otros países. Por eso se produce la desindustrialización, que es un mal para Ucrania", ha añadido.
Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias separatistas en la región de Donbás, en el este del país, donde se proclamaron las llamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al cambio de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Por su parte, las autoridades ucranianas denuncian que Rusia difunde propaganda en apoyo a los separatistas y les apoya con tropas y armamento sofisticado, lo que es negado por Moscú.
Las relaciones entre Ucrania y Rusia se deterioraron a raíz de las protestas que derivaron en la salida del poder de Viktor Yanukovich y la posterior anexión rusa de Crimea y respaldo de Moscú a los separatistas del este del país.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.