MOSCÚ, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los presidentes de Rusia y Bielorrusia, Vladimir Putin y Alexander Lukashenko, respectivamente, han dado por superadas las discrepancias que habían mantenido sus países en relación al suministro de gas y petróleo, en el marco de una reunión marcada por el atentado en el metro de San Petersburgo.
Los dos líderes se habían citado este lunes en esta ciudad rusa y, al término del encuentro, han comparecido de forma cordial y confirmando que "no queda ninguna controversia pendiente". "Reforzaremos nuestra relación", ha prometido Putin junto a su tradicional aliado.
Los presidentes han acordado resolver todas las cuestiones pendientes en un plazo máximo de diez días y han pactado una 'hoja de ruta' sobre cooperación energética con la vista puesta ya en el año 2020, según la agencia de noticias Sputnik. Moscú llegó a recortar el suministro al país vecino como represalia por la deuda que ha llegado acumular Minsk, que reclamó una revisión a la baja del precio.
Lukashenko ha dado las gracias a Putin "por estudiar y satisfacer" la petición bielorrusa para "refinanciar" la deuda, valorada en 700 millones de dólares. "El presidente (ruso) me ha prometido que dará las órdenes oportunas hoy o mañana", ha añadido Lukashenko, según la agencia de noticias Sputnik.