Archivo - Imagen de archivo de los presidentes de Francia y Rusia, Emmanuel Macron y Vladimir Putin. - -/GPO/dpa - Archivo
Los líderes europeos exigen a su homólogo ruso un alto el fuego "inmediato", retirada de tropas y franqueza en las negociaciones
También piden que ponga en libertad a 2.500 prisioneros de guerra ucranianos capturados en Mariúpol
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, y los presidentes de Francia y Rusia, Vladimir Putin y Emmanuel Macron, han coincidido en la necesidad de reactivar las conversaciones de paz con las autoridades de Kiev durante la conversación telefónica que han mantenido este sábado sobre la invasión rusa de Ucrania.
"Se ha prestado especial atención al estado de la negociación. Putin ha confirmado que la parte rusa está abierta a la reanudación del diálogo", según el comunicado del servicio de prensa del Kremlin, recogido por Tass. El Gobierno ruso, en la misma nota, vuelve a acusar a Ucrania de "congelar" las conversaciones.
Por su parte y en su informe sobre la conversación, que se ha prolongado por espacio de 80 minutos, la Cancillería alemana ha hacho saber que tanto Macron como Scholz, han insistido a Putin en que declare un "alto el fuego inmediato y la retirada de las tropas rusas".
Asimismo, ambos líderes europeos "pidieron al presidente ruso negociaciones serias y directas con el presidente ucraniano (Volodimir Zelenski) y una solución diplomática al conflicto".
De acuerdo con el Kremlin, Putin ha asegurado a Macron y Scholz que las fuerzas rusas se están dedicando a "establecer la paz" en los territorios que Rusia ha conquistado en el este de Ucrania, en especial la ciudad de Mariúpol, donde "las Fuerzas Armadas rusas observan estrictamente las normas del Derecho Internacional Humanitario".
En este sentido, el presidente francés y el canciller alemán han aprovechado para pedir a Putin que ponga en libertad a 2.500 prisioneros de guerra del Ejército ucraniano y del batallón paramilitar Azov que acabaron capturados por las fuerzas rusas durante el asedio a la acería Azovstal, el último bastión defensivo de Mariúpol.
El presidente ruso, no obstante, ha señalado la "naturaleza peligrosa" del continuo bombeo de armas occidentales a Ucrania. "Dotar a Ucrania de armas occidentales desestabiliza la situación y exacerbaría la crisis humanitaria", ha hecho saber Putin.
Por último, el mandatario ruso se ha declarado dispuesto a "buscar maneras de garantizar la exportación de grano ucraniano" para aliviar las necesidades de los países que suelen recibirlo en forma de ayuda alimentaria.
Sobre esto, y según un comunicado del Elíseo, Macron y Scholz "tomaron nota de la promesa del presidente ruso de permitir el acceso de los barcos al puerto de Odesa para la exportación de cereales, y sin que Rusia lo explote militarmente, si primero se limpia de minas".