MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente ruso, Vladimir Putin, se ha reunido este viernes con distintos representantes de la industria militar rusa en un intento por mejorar la cooperación con las empresas del sector y para garantizar la calidad del material armamentístico.
"La tarea más importante de nuestro complejo militar industrial es suministrar lo necesario a nuestras unidades y fuerzas de primera línea: armas, equipos, municiones y pertrechos en los volúmenes necesarios y con la calidad adecuada en los plazos más breves posibles", ha expresado en rueda de prensa desde la ciudad rusa de Tula.
Asimismo, ha precisado que espera informes y propuestas "pertinentes" para abordar "cuestiones problemáticas" sobre material militar. "Propuestas sobre cómo nos moveremos y qué haremos para reducir estos problemas tanto como sea posible", ha agregado, según ha informado la agencia de noticias Interfax.
Putin ha resaltado que distintos especialistas e ingenieros de muchas empresas "van directamente" a la línea del frente en Ucrania y "ayudan a restaurar rápidamente el equipo dañado" o "lo devuelven al servicio y verifican cómo funciona".
"Hago hincapié en que tal mecanismo de intercambio de información para mejorar la calidad de los productos militares suministrados debe ser permanente y lo más efectivo posible", ha aclarado el mandatario ruso, agregando que es fundamental la "retroalimentación de las unidades" que participan en la "operación militar especial", eufemismo que utiliza Moscú para referirse a la guerra de Ucrania.
El mandatario ruso ha visitado la planta de construcción militar Shcheglovsky Val, que fabrica armas avanzadas, acompañado por el gobernador de la región, Alexei Dyumin, y el director general de la empresa, Alexei Visloguzov.
Putin ha podido revisar el estado del armamento en Tula, en particular de misiles antitanque de tipo Kornet-EM, así como sistemas de artillería antiaérea Pantsir-S, incluido el modelo Arctic, según ha informado la agencia de noticias TASS.
Distintos informes de países occidentales, en particular de la Inteligencia estadounidense, han afirmado desde hace meses que Moscú tiene dificultades para reponer su material militar y que no tiene capacidad para reponer ni fabricar la tecnología perdida en el frente debido al efecto de las sanciones occidentales contra la industria rusa.