MOSCÚ, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha reiterado que el derribo de un caza ruso por parte de fuerzas turcas fue un "acto hostil" y ha advertido de que es "casi imposible" que pueda llegar a acuerdos con las actuales autoridades de Turquía, con Recep Tayyip Erdogan al frente.
"Es difícil o casi imposible llegar a acuerdos con el actual Gobierno turco, como ha demostrado la experiencia", ha afirmado este jueves Putin durante su comparecencia anual ante los medios, en la que se ha referido de nuevo al derribo de un Su-24 en la frontera siria el pasado 24 de noviembre.
Putin considera que Rusia recibió, por "razones desconocidas", una "puñalada por la espalda" y ha cuestionado los alegatos dados por Turquía para justificar el ataque contra el avión. El mandatario ruso ha señalado que se trata de un "acto hostil" y no de defensa de la soberanía, si bien ha querido dejar claro que no ve a Turquía como un "Estado hostil".
Moscú ha agudizado sus críticas contra Ankara tras el derribo y, en términos prácticos, ha adoptado varias medidas de represalia como la suspensión de la exención de visados a partir del próximo 1 de enero. Putin, sin embargo, ha vinculado esta decisión con los riesgos de seguridad, toda vez que ahora los "milicianos" del Cáucaso Norte tienen vía libre para cruzar la frontera.
CONTRABANDO DE PETRÓLEO
Otra de las críticas recurrentes de Rusia tiene que ver con el supuesto beneficio que saca Turquía del contrabando de petróleo en la región, procedente en parte de zonas controladas por el grupo terrorista Estado Islámico.
En este sentido, Putin ha sugerido que Estado Islámico podría ser un elemento "secundario" a partir del vacío que se generó en Irak tras la guerra y que derivó en un negocio de contrabando que "necesitaba" de la fuerza militar para su protección.
"Es muy fácil utilizar el factor islámico, atraer a carne de cañón con lemas que sólo sirven a intereses económicos", ha apuntado el mandatario ruso.