LIMA, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una decena de candidatos --de la veintena inicial-- aspiran este domingo a convertirse en el próximo presidente de Perú, pero solo tres cuentan con opciones reales, no en la primera vuelta, sino en un balotaje que se celebrará el 5 de junio y, casi con certeza, tendrá a Keiko Fujimori entre sus protagonistas.
KEIKO FUJIMORI
La líder de Fuerza Popular es una vieja conocida para los peruanos. Llegó a la política con tan solo 19 años, cuando el divorcio de sus padres la obligó a ejercer de primera dama hasta el ocaso del régimen de Alberto Fujimori.
Este episodio de su vida ha marcado su trayectoria política tanto en sus aspectos positivos como negativos. El imaginario colectivo la vincula irremediablemente con los logros y fracasos de su padre y ve en ella una posible secuela.
"El lastre de la candidatura de Keiko está ahí, pero también es verdad que el 'fujimorismo' son dos partes que pesan igual", ha valorado el director de la Compañía Peruana de Estudios de Mercado y Opinión (CPI), Manuel Saavedra, en declaraciones a la agencia de noticias Reuters.
Fujimori ha optado por labrarse su propia identidad dentro de la vaguedad ideológica del 'fujimorismo', para no desprenderse del amplio apoyo popular que aún hoy tiene su padre en ciertos sectores sociales y que le ha servido para escalar en política.
Su primer éxito electoral llegó en 2006, cuando consiguió entrar en el Congreso, desde donde --en contra de los postulados de su padre-- fraguó un partido político con miras a la fallida aventura presidencial de 2011, perfeccionado ahora para la tentativa de este domingo.
En esta campaña electoral ha prometido poner en marcha el 'Plan Perú', que contempla un programa económico liberal que vislumbra "un boom de inversiones en infraestructuras productivas" que tenga "un impacto positivo en la población" en cuanto a pobreza y desigualdad.
Fujimori ha recuperado las líneas maestras de su padre haciendo hincapié en la seguridad para "recuperar un país donde vivamos con paz y sin miedo", haciéndose eco de los escasos "aciertos" de su linaje político.
Sin embargo, ha querido desmarcarse del 'fujimorismo' en términos humanitarios. Así, ha garantizado una "protección efectiva de los Derechos Humanos", que incluye indemnizaciones a las víctimas de abusos pasados y futuros, y ha pedido perdón por los "excesos" de su padre.
La candidata se ha esforzado durante la campaña en subrayar que, si gana, abrirá una nueva época. "Mirando a los ojos al Perú, firmo este compromiso de honor: sé mirar la historia de mi país, sé qué capítulos se deben repetir y tengo muy claro cuáles no", ha afirmado.
PEDRO PABLO KUCZYNSKI
Kuczynski tampoco es nuevo para los peruanos. Fue primer ministro y titular de Economía y Finanzas durante el Gobierno de Alejandro Toledo, responsable de Minas y Energía con Fernando Belaúnde y ya intentó llegar a la Presidencia en 2011, aunque quedó en tercer lugar.
El representante de Peruanos por el Kambio (PPK) tiene un claro perfil conservador que ha sabido explotar para garantizar la consolidación del crecimiento económico del país andino en el contexto de una gran incertidumbre global.
Su programa de gobierno gira en torno a la economía. Kuczynski ha prometido crear "tres millones de empleos en cinco años", la mitad de nueva creación, gracias a la diversificación productiva, y la otra mitad recuperados de la economía informal.
Una de sus rémoras es la imagen de 'gringo' que se ha forjado por sus estudios económicos en las universidades británica de Oxford y estadounidense de Princeton y su trabajo en el Banco Mundial.
Esta tendencia 'yankee' tiene una vertiente espinosa, ya que se ha llegado a cuestionar su participación en las elecciones presidenciales por haber renegado en un momento dado de la nacionalidad peruana a favor de la estadounidense por sus negocios privados.
Kuczynski, de 77 años, ha intentado dulcificar su imagen introduciendo en su 'hoja de ruta' medidas de corte social como el aumento de la renta vital mínima y programas gubernamentales para acabar con las desigualdades y garantizar el poder adquisitivo de los peruanos.
También ha apuntado a la inseguridad ciudadana y a la podredumbre política como ejes de combate de su eventual gobierno. "A los que frenan la economía, a los corruptos y a los delincuentes se les acabó el recreo", ha proclamado.
VERÓNIKA MENDOZA
La tercera en discordia es una militante izquierdista de 35 años educada a caballo entre Perú y Francia --país natal de su madre-- que plantea una auténtica revolución en el actual panorama político.
Mendoza participó en la creación del gobernante Partido Nacionalista Peruano (PNP), en 2005, y en la campaña que catapultó a Ollanta Humala a la Jefatura de Estado en los comicios de 2011 con una agenda de izquierda.
Pero apenas un año después de la llegada al poder, Mendoza rompió con Humala por autorizar el uso de la fuerza militar para frenar una protesta contra el proyecto minero de Tintaya, en Cuzco, que se saldó con dos fallecidos y 50 heridos.
'Vero' ha tachado de "traidor" a Humala por renunciar a los ideales que le dieron el triunfo en las urnas y ha prometido recuperar las políticas que el mandatario ha dejado por el camino en estos cinco años de Gobierno.
La líder del Frente Amplio asume que "la economía de mercado es una realidad planetaria que no puede suprimirse", pero defiende "el derecho y la obligación estatal de regular el funcionamiento del mercado y de promover un patrón de desarrollo nacional".
Mendoza propone fomentar el sector industrial para que Perú no sea solamente "la despensa" del mundo, apoyar a las pequeñas y medianas empresas y contener el flujo de capitales extranjeros en sectores clave, todo ello con la "igualdad y sostenibilidad" como "objetivos centrales".
La candidata aboga además por una reforma constitucional para desprenderse de una vez por todas de una Carta Magna que considera heredada de la "dictadura" de Fujimori.
Su paquete de medidas ha hecho que sus contrincantes la tilden de "chavista" --como ya hicieron con Humala en 2006--. Kuczynski la ha calificado de "medio roja que nunca ha hecho nada en su perra vida", mientras que el director del Banco Central de Perú ha advertido del "nerviosismo" en los mercados por su ascenso en las encuestas.
Mendoza ha restado importancia a estas críticas. "No hay un país del cual quieras copiar todo porque nuestra realidad es diferente", ha dicho sobre Venezuela. "¿Pero por qué no evocar a Uruguay, donde tienes un Estado fuerte y transparente?", ha planteado.