VERSALLES (FRANCIA), 6 Mar. (de la enviada especial de EUROPA PRESS Laura García Martínez) -
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido este lunes ante sus socios de Francia, Alemania e Italia que la Unión Europea debe apostar por "más y mejor integración", si bien ha dejado la puerta abierta a la Europa a distintas velocidades que defienden París y Berlín para avanzar "con todos aquellos que quieran" ir en esa dirección.
"A mí me gusta la opción que apuesta por más y mejor integración. Creo que Europa debe mirar lejos, porque cuando Europa ha mirado lejos es cuando ha vivido los mejores momentos de su historia", ha dicho Rajoy en una comparecencia conjunta con el presidente francés, François Hollande; la canciller alemana, Angela Merkel; y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, en la que no han admitido preguntas.
Con todo, el presidente del Gobierno ha advertido de que España "está dispuesta a ir más allá" en materia de integración europea con "todos aquellos" que quieran "seguir en la integración".
El Libro Blanco presentado la semana pasada por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, con cinco posibles alternativas para el rumbo que debe seguir la Unión Europea ya sin Reino Unido ha abierto ya el debate en los Estados miembros, aunque formalmente no se vaya a comenzar la reflexión hasta la cumbre del 25 de marzo en Roma, en la que se celebrarán los 60 años del proyecto europeo.
Rajoy ha considerado el documento de Bruselas una "aportación útil" para las discusiones y ha situado a España en el proyecto de mantener una Europa unida y que avanza en planes comunes, sin que ello sea incompatible con dar pasos sólo con parte de los Estados miembros, tal y como quieren Francia y Alemania.
La política de defensa, una estrategia migratoria "más integrada", reforzar la lucha contra el terrorismo y la "necesidad" de profundizar la unión económica y monetaria, son para Rajoy las claves de la senda que debe priorizar la Unión Europea en los próximos años.
El jefe del Ejecutivo español ha llamado la atención sobre las "muchas incertidumbres" que afronta la Unión Europea en el contexto actual y ha pedido, por ello, que la cita de Roma centre sus esfuerzos en recalcar que la historia europea es una "historia de éxito" y en apostar por demostrar "más intensidad y eficacia" en los problemas que preocupan a los ciudadanos.
"La unidad no es la uniformidad y por eso defiendo que haya nuevas formas de cooperación, una cooperación diferenciada en la que unos puedan ir más rápido, más lejos", ha argumentado Hollande, para quien Europa debe ser capaz de mostrase "suficientemente unidos" a 27 como para ser "respetados".
En la misma línea, Merkel ha pedido a sus socios europeos "tener el valor de aceptar" que algunos países puedan avanzar "más rápido que otros", aunque ello no implique cerrar esa cooperación a otros Estados miembros que piensen en sumarse más adelante.
Gentiloni, por su parte, ha defendido una Europa "más presente" en la escena internacional y también "más integrada" en el plano europeo, también con la mente abierta a pensar en "diversos niveles" de avance en el marco de un proyecto común.
Rajoy, Hollande, Merkel y Gentiloni han querido escenificar con esta declaración en Versalles (a las afueras de París) la unión de los países más grandes de la Unión Europea de cara al debate sobre el futuro del proyecto en común.
"Debemos de ser claros respecto a lo que representa Europa, el acervo comunitario. No se trata sólo de un sistema económico, sino de un sistema de valores", ha dicho Hollande, para enfatizar la necesidad de que la UE demuestre cohesión para hacer frente a los nacionalismos y extremismos.
RESPONSABILIDAD PARA CON EUROPA
El presidente francés ha recibido a las puertas del Palacio de Versalles por orden de llegada, a la canciller alemana, al primer ministro italiano y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Tras posar ante la prensa sin hacer declaraciones, se han reunido durante unos veinte minutos antes de comparecer de nuevo para exponer sus posiciones, y después han retomado el encuentro privado en una cena informal en el Palacio de Versalles.
Hollande ha justificado este encuentro en formato reducido por la "responsabilidad" conjunta de Francia, Alemania, Italia y España de "señalar el camino" al resto de socios del bloque. "No para imponer (la ruta) a los demás, sino para ser una fuerza al servicio de Europa, para impulsar los pasos indispensables", ha enfatizado.
A juicio del presidente francés, no será posible responder a la incertidumbre y temores del contexto actual "replegándose en sí mismo, encerrándose, con el rechazo del otro o renunciando a la solidaridad", por lo que Europa debe hacer prueba de "liderazgo" en cuestiones clave como la seguridad, la defensa, la lucha antiterrorista y el comercio internacional.
"Debemos seguir avanzando o, de lo contrario, lo construido podría derrumbarse", ha avisado, por su parte, Merkel, que ha insistido en que los Estados miembros que quieran avanzar deben poder hacerlo sin el bloqueo de otros que elijan otros ritmos.
Así, la canciller ha defendido una Unión Europea "más coherente, más fuerte", capaz de proteger la singularidad de sus regiones sin por ello frenar los progresos: "La diversidad se ha convertido en fuerza, debe ser también un motor".