MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Grupo de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (JNIM), rama de la organización terrorista Al Qaeda en el Sahel, ha reclamado la autoría del ataque ejecutado el miércoles contra una base del Ejército de Malí en los alrededores de la ciudad de Tombuctú, sin que las autoridades hayan dado hasta ahora un balance de víctimas.
El grupo ha indicado en un comunicado publicado a través de sus canales de propaganda que los yihadistas "fueron capaces de irrumpir en una base del Ejército de Malí y de los mercenarios del Grupo Wagner", antes de especificar que el ataque arrancó con un atentado suicida.
Así, ha dicho que "la operación de martirio" fue llevada a cabo por un terrorista identificado como Abdulmayid al Ansari, antes de indicar que los terroristas "avanzaron posteriormente con armas pesadas y ligeras, lo que derivó en el control total de la base".
La rama de Al Qaeda ha asegurado que las instalaciones "fueron totalmente incendiadas" y ha agregado que el atentado se saldó con "muchos soldados muertos" y uno capturado, además del robo de vehículos blindados, armamento, morteros y municiones.
El Ejército maliense afirmó el miércoles que había "repelido" un "ataque terrorista complejo y de gran envergadura" contra su base en Acharane, ubicada a unos 35 kilómetros al suroeste de Tombuctú.
Horas después, indicó en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook que había repelido otro asalto contra un puesto en Mourdiah, situada en la región de Koulikoro (centro). "Los terroristas han sufrido pérdidas e intentan recuperar a las víctimas. La situación está bajo control", aseguró.
La ciudad de Tombuctú se encuentra desde hace semanas bajo un cerco por parte de yihadistas, mientras que otras zonas de la provincia y del norte de Malí han sido escenario también de ataques por parte de rebeldes tuareg durante las últimas dos semanas.
Malí se encuentra en la actualidad dirigido por una junta militar tras los golpes de Estado perpetrados en agosto de 2020 y mayo de 2021, ambos encabezados por Assimi Goita, actual presidente de transición. Goita se ha distanciado de Francia y ha reclamado la retirada de los 'cascos azules' de Naciones Unidas, al tiempo que ha estrechado lazos con Rusia.