La RASD excluye a Francia de cualquier iniciativa de paz por su apoyo al plan de autonomía marroquí

Archivo - Banderas de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD)
Archivo - Banderas de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) - CEDIDA POR EL FRENTE POLISARIO - Archivo
Publicado: sábado, 27 julio 2024 15:19

MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha anunciado la exclusión expresa de Francia de cualquier iniciativa o proceso internacional relacionado con la descolonización del Sáraha Occidental en respuesta a su apoyo al plan de autonomía marroquí para este territorio. Esta medida incluye expresamente el veto a Francia en la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO).

"El Gobierno de la RASD condena en los términos más contundentes la postura hostil del Gobierno francés hacia el pueblo saharaui y su derecho inalienable a la libertad, independencia y autodeterminación", ha publicado en un comunicado recogido por la agencia de noticias oficial saharaui, SPS.

"Con esta postura hostil y de escalada Francia se ha excluido de cualquier iniciativa relacionada con los esfuerzos internacionales para la descolonización del Sáhara Occidental", porque "sitúa a Francia en el mismo lugar que el ocupante y la convierte en no bienvenida", "incluida su participación en la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental", la MINURSO.

Para el Gobierno saharaui se trata de "una escalada peligrosa" que tendrá "consecuencias peligrosas para la paz, la seguridad y la estabilidad en toda la región".

"El pueblo saharaui no olvidará jamás el pasado colonial de Francia y su implicación directa en los intentos de exterminio de nuestro pueblo, contra su resistencia desde el inicio del siglo XX, a mediados de los años 50 y a mediados de los 70", ha reprochado.

Así, ha mencionado los bombardeos con aviones Jaguar sobre civiles saharauis y el apoyo a la "ocupación ilegal" del Sáhara Occidental desde el 31 de octubre de 1975.

Por ello sitúa a Francia como "implicada en la agresión actual contra el pueblo saharaui" como "cómplice directa y premeditada de todos los crímenes asociados con la guerra genocida desatada por el estado marroquí ocupante contra nuestro pueblo".

Esta postura "revela una vez más la verdadera cara colonialista de Francia" pese a "presumir de ser la cuna de la primera Declaración Universal de los Derechos Humanos". "Quienes defienden de verdad los derechos humanos no apoyan la ocupación de un territorio que espera su descolonización. Quienes defienden realmente la democracia y la soberanía de los pueblos no apoyan a un régimen invasor, represor y expansionista", ha reprochado.

Por último, el Gobierno saharaui asegura que "frustrará todos los intentos del estado ocupante marroquí y de quienes le apoyan, como la Francia colonial". "El pueblo saharaui está más decidido que nunca a seguir con su lucha y resistencia por todos los medios legítimos, incluida la lucha armada, para defender su derecho imprescriptible e innegociable a la libertad e independencia".

La reacción del Gobierno saharaui se suma a la del presidente saharaui, Brahim Ghali --líder además del Frente Polisario para la Liberación de Saguia el Hamra--, del Gobierno argelino, aliado histórico del Frente Polisario. Sin embargo, no se ha producido ningún comunicado oficial francés recientemente que incluya un cambio de postura sobre el contencioso del Sáhara Occidental.

La antigua colonia española del Sáhara Occidental fue ocupada por Marruecos en 1975 pese a la resistencia del Frente Polisario, con quien se mantuvo en guerra hasta 1991, cuando ambas partes firmaron un alto el fuego con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación, pero las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión o no de los colonos marroquíes ha impedido hasta el momento su convocatoria.

Uno de los últimos reveses para los saharauis fue el apoyo del Gobierno español al plan de autonomía marroquí, expresado en marzo de 2022 en una carta de Pedro Sánchez a Mohamed VI, un cambio de postura calificado de traición por el Frente Polisario, que recuerda que España es aún 'de iure' la potencia administradora del Sáhara Occidental.

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