MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El tribunal especial para juzgar los crímenes de los Jemeres Rojos en Camboya ha ratificado este jueves la cadena perpetua dictada contra Khieu Samphan, el único dirigente de los Jemeres Rojos que sigue con vida, tras un proceso de apelación a raíz de su sentencia en 2018 por cargos de crímenes contra la humanidad y genocidio.
El tribunal ha indicado que la sentencia es justa, teniendo en cuenta las atrocidades cometidas por el régimen de los Jemeres Rojos en Camboya, y ha recalcado que el veredicto es final y no puede ser apelado, según ha recogido el diario camboyano 'The Phnom Penh Post'.
El fallo ha sido aprobado por el subdirector regional de Campañas de la organización no gubernamental Amnistía Internacional, Ming Yu Hah, quien ha destacado que "con todos sus fallos documentados, el tribunal de los Jemeres Rojos ha demostrado que los responsables de crímenes bajo el Derecho Internacional pueden rendir cuentas y las rendirán".
"El fallo de hoy debe ser otro recordatorio de que la rendición de cuentas para los crímenes más graves no tiene fecha de caducidad. El tribunal ha servido como una plataforma importante para la discusión pública sobre el reinado asesino de los Jemeres Rojos y como un lugar en el que las voces de las víctimas pueden ser escuchadas, registradas y publicadas", ha argumentado.
Así, ha subrayado que "si bien el fallo de hoy puede ser el último del tribunal, el trabajo de apoyo a víctimas y supervivientes no ha terminado". "La impunidad por la violación de Derechos Humanos sigue siendo un grave problema a día de hoy en Camboya y, si las autoridades quieren hacer cumplir el Derecho Internacional y los Derechos Humanos, deben garantizar que su sistema nacional de tribunales sea independiente, imparcial, y capaz de dictar justicia, siendo esto una normalidad en la sociedad camboyana en lugar de una excepción".
Samphan, de 91 años, fue el ex jefe de Estado de Kampuchea Democrática, nombre del país durante el régimen de los Jemeres Rojos. El hombre fue detenido en noviembre de 2007, tras lo que fue juzgado por las atrocidades cometidas por el régimen desde el año 1975 hasta el año 1979, periodo en el que se estima que fueron masacradas dos millones de personas.
El expresidente de Kampuchea Democrática, que en un inicio negó su responsabilidad por los crímenes del régimen, lamentó en 2013 durante una vista "el inenarrable sufrimiento" causado al pueblo camboyano por el régimen de los Jemeres Rojos y ofreció sus condolencias. Sin embargo, insistió en que "no tuvo conocimiento de las condiciones en las que vivía el pueblo".
"Mirándolo desde fuera, la gente puede asumir que yo era el gran líder. En realidad, sólo tenía un gran estatus, no tenía verdadero poder para arrestar a nadie", declaró durante la vista, en la que el 'Hermano Número Dos' Nuon Chea también presentó sus disculpas. "Soy responsable de lo que ocurrió durante el periodo de la Kampuchea Democrática", dijo Nuon Chea --fallecido en 2019--, que se mostró "muy arrepentido" y se reconoció "moralmente responsable".
Tanto Samphan como Nuon Chea fueron condenados a cadena perpetua en 2018, momento en el que ya cumplían esa misma condena por crímenes contra la humanidad relacionados con el desplazamiento forzoso de población, un veredicto dictado en 2014 y ratificado en 2016 tras las apelaciones. El líder 'de facto' del régimen, Saloth Sar, conocido como Pol Pot y 'Hermano Número Uno', no fue juzgado debido a que murió en 1998, antes de la creación del tribunal.
El tribunal, dirigido por Camboya y Naciones Unidas, fue establecido en 2005 con el objetivo de juzgar a los principales responsables de los crímenes cometidos en la época de los Jemeres Rojos. El régimen cayó en 1979 tras una intervención militar de Vietnam que forzó a sus líderes a huir a Tailandia, donde siguieron contando con el apoyo diplomático de países occidentales en el contexto de la Guerra Fría.