MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
República Centroafricana (RCA) celebrará este miércoles unas elecciones legislativas y presidenciales que estaban previstas para el domingo y que fueron aplazadas a última hora por problemas logísticos, en un nuevo paso en el proceso de transición en el país.
En total, dos millones de personas se han inscrito para votar y elegir entre los 30 candidatos a la Presidencia y los 140 diputados que conformarán el nuevo Parlamento, en unos comicios que se presentan muy disputados.
En el caso de las elecciones presidenciales, los nombres de Anicet-George Dologuélé, Martin Ziguélé y Karim Meckassoua suenan con fuerza, si bien ninguno despunta como favorito de cara a la votación de este miércoles, tal y como ha adelantado la emisora Radio France Internationale.
Los centroafricanos y la comunidad internacional esperan que estas elecciones sirvan para restaurar el orden constitucional violentado hace dos años con la llegada al poder de la alianza musulmana Séléka mediante un golpe de Estado.
Los rebeldes accedieron a dar paso a un Gobierno de transición en 2014, pero entonces empezaron los ataques de represalia de los cristianos 'antibalaka' por los abusos cometidos contra esta comunidad durante el breve mandato del grupo musulmán.
En un comunicado publicado horas antes de la apertura de los colegios electorales, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha llamado a la participación, recalcando que las elecciones son "un paso importante en los esfuerzos para estabilizar el país".
"Las próximas elecciones constituyen un momento histórico para su país. Nunca antes se habían registrado tantos centroafricanos para votar", ha dicho, según un comunicado publicado por la ONU en su página web.
"Hago un llamamiento a cada uno de ustedes para que usen su derecho a votar sin dejar que nadie les impida expresarse de manera pacífica. Naciones Unidas les apoyará en este momento crítico", ha recalcado.
Pese a que los primeros nueve meses del año transcurrieron en una relativa normalidad y calma, en septiembre estalló una nueva ola de violencia tras el asesinato de un taxista musulmán que se saldó con la muerte de al menos 130 personas, así como con 447.500 desplazados.