Kabila obvia las manifestaciones en su mensaje de Año Nuevo mientras Guterres apela a la contención
MADRID, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -
República Democrática del Congo (RDC) ha despedido el 2017 con protestas contra el presidente del país, Joseph Kabila, quien ha continuado en el cargo pese a que su mandato expiró hace un año, que se han saldado con hasta ocho heridos, según el balance ofrecido por la Misión de la ONU en el país (MONUSCO).
Según los datos recogidos por la emisora Radio Okapi, apoyada por la ONU, la MONUSCO tiene constancia de un muerto en Kananga, mientras que los siete restantes se han producido en la capital, Kinshasa, concretamente en los barrios de Lemba, Kingabwa y Matete.
Sin embargo, la Policía congoleña ha cifrado en tres las víctimas mortales de las protestas convocadas por organizaciones católicas laicas. En concreto, un policía y dos jóvenes han muerto en un enfrentamiento con los agentes en el distrito capitalino de Matete, según el portavoz de la Policía, el coronel Pierrot Mwanamputu.
Por su parte, los organizaciones de la protesta pacífica contra Kabila han informado de numerosos muertos y heridos, así como numerosos detenidos, incluidos religiosos, y han denunciado un uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad.
"No entiendo por qué personas pacíficas pueden sufrir la represión que hemos sufrido", ha denunciado Léonnie Kandolo, miembro del Comité Laico de Coordinación (CLC), que había convocado la marcha contra Kabila de este domingo. La intervención de las fuerzas del orden ha sido "totalmente desproporcionada ante una marcha pacífica", ha defendido.
Según la MONUSCO, durante la jornada se registraron 87 arrestos en Kinshasa, entre ellos dos sacerdotes, mientras que en otros puntos del país hubo otros 48 arrestos durante las marchas contra el presidente. Alrededor de una veintena de estos detenidos se produjeron en la provincia de Gran Katanga.
Aquí, según el responsable de la coalición opositora en esta parte del país, Christian Mwando, ha habido al menos siete heridos además de la veintena de detenidos, algunos de ellos en la catedral de Lubumbashi. "El presidente no tiene ninguna intención de liberar la democracia", ha denunciado.
MANIFESTACIONES EN EL ANIVERSARIO DEL ACUERDO
El CLC había llamado a manifestarse este domingo a la salida de misa coincidiendo con el primer aniversario del 'Acuerdo de San Silvestre' por el que Kabila se comprometió con la oposición a formar un gobierno de unidad en el que ésta estuviera representada y a la celebración de elecciones presidenciales antes de final de año. Los comicios no se han celebrado, si bien la Comisión Electoral ha anunciado un calendario que prevé su celebración el 23 de diciembre de este año.
La Policía había prohibido las manifestaciones y habían dicho que las concentraciones de más de cinco personas serían dispersadas para garantizar el orden público. En Kinshasa, tanto soldados como policías se desplegaron el domingo y procedieron a registrar vehículos y pedir identificaciones. Además, las autoridades ordenaron el sábado la suspensión de Internet y los servicios de SMS hasta nuevo aviso, según Reuters.
En la parroquia de San Miguel, en el distrito de Bandalungwa de la capital, las fuerzas de seguridad emplearon gases lacrimógenos contra el edificio, sembrando el pánico, según contó a Reuters el dirigente opositor Vital Kamerhe, que se encontraba en la misa.
En la catedral de Nuestra Señora de Congo, en el distrito de Lingwala, donde el líder opositor Felix Tshisekedi asistía a misa, decenas de policías y soldados bloquearon el camino a más de un centenar de partidarios de la oposición cuando se preparaban para marchar.
Sin embargo Tshisekedi, que había respaldado el llamamiento a marchar el domingo, abandonó la iglesia en un vehículo, generando gritos de malestar en su contra de la multitud, que consideró que les estaba abandonando.
En otra iglesia en el distrito de Barumbu, un reportero de Reuters fue testigo del uso de gases lacrimógenos y granadas aturdidoras por parte de los policías contra unos 300 feligreses, que enarbolaron sus biblias y corearon canciones religiosas mientras intentaban marchar.
KABILA NO ABORDA LAS PROTESTAS
Así las cosas, Kabila pronunció este domingo por la noche un mensaje a la nación con motivo de Año Nuevo en el que no hizo mención a los sucesos que se habían producido durante la jornada. El presidente defendió que el acuerdo sellado el 31 de diciembre de 2016 se ha aplicado, con la designación de un gobierno de unidad en marzo, y elogió los esfuerzos titánicos de la comisión electoral para revisar el censo.
En este sentido, según informa Radio Okapi, sostuvo que la promulgación de la ley electoral, el nuevo censo y el calendario electoral publicado por la Comisión Electoral, "nos conducen de forma irreversible hacia la organización de elecciones", si bien no ha aclarado sus intenciones respecto a las mismas. Kabila ha agotado los dos mandatos que le permite la Constitución congoleña.
Entretanto, y ante la nueva tensión política en el país africano, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha expresado su "preocupación" por la "violenta dispersión de las protestas por parte de las fuerzas de seguridad" en Kinshasa y otras ciudades del país y ha llamado tanto al Gobierno como a las fuerzas del orden a "ejercer contención y respetar el derecho de los congoleños a la libertad de expresión y de reunión pacífica".
Asimismo, en un comunicado publicado por su portavoz, ha instado a "todos los actores políticos congoleños a que mantengan su pleno compromiso" con el acuerdo de hace un año, "que sigue siendo el único camino viable hacia la celebración de elecciones, el traspaso pacífico del poder y la consolidación de la estabilidad en RDC", ha defendido.
LA OPOSICIÓN LLAMA A MANTENER LA MOVILIZACIÓN
Sin embargo, todo apunta a que las protestas podrían continuar, ya que desde la oposición se ha llamado a continuar la movilización contra el mandatario, en el poder desde el año 2000, cuando sucedió a su padre a raíz de su asesinato.
"A partir de hoy comenzamos el proceso de salida del señor Kabila, porque lo ha querido él mismo", ha sostenido el presidente de la opositora Unión para la Nación Congoleña (UNC), Vital Kamehe, en declaraciones a Radio Okapi. "Lo que ocurrió en la iglesia de San Miguel en la que yo estaba es inaceptable", ha denunciado. "Hubo muertos, pero no se puede liberar al pueblo, liberar su futuro sin derramamiento de sangre", ha subrayado.
Desde el grupo opositor LUCHA, también se ha hecho un llamamiento a la movilización a los ciudadanos. "Iniciemos 2018 con la firme resolución de no renunciar ni a nuestros derechos ni a nuestra dignidad, sino al contrario, a luchar con aún más energía para conquistarlos a cualquier precio", ha reclamado en un mensaje en su Facebook.
"Tras tantos sacrificios y mártires, no tenemos derecho a ceder ni al desaliento, ni a la desesperanza, ni a la desesperación, y mucho menos al miedo a quienes pretenden someternos por la fuerza del cañón", ha defendido la organización opositora.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Congo (CENCO), monseñor Marcel Utembi, ha apelado en su mensaje de fin de año a la clase política del país a que se ponga de acuerdo y "privilegie el interés y el bien de la población". La CENCO actuó como mediadora en el acuerdo sellado el 31 de diciembre de 2016. Por ello, Utembi ha pedido a los actores políticos que "respeten la palabra dada y los compromisos adoptados ante Dios y ante el pueblo".