KINSHASA, 25 May. (Reuters/EP) -
El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) ha expresado su oposición a una investigación internacional que serviría para aclarar la muerte de dos colaboradores de Naciones Unidas, después de que la ONU pusiese en duda las pesquisas realizadas por las autoridades del país africano.
La Fiscalía militar congoleña anunció el fin de semana que dos supuestos milicianos serían procesados por el asesinato en marzo de los investigadores Zaida Catalan, de nacionalidad sueca, y Michael Sharp, estadounidense. Sus cadáveres fueron localizados dos semanas después de su secuestro en la región de Kasai, una zona especialmente conflictiva.
Una comisión de la ONU está analizando el caso, aunque no prevé identificar a los responsables y varios grupos han reclamado ya la apertura de una investigación internacional en sentido formal. Un portavoz de la organización reconoció que se habían quedado sorprendidos por la "rapidez" de las pesquisas realizadas en la RDC.
El ministro de Exteriores congoleño, She Okitundu, ha pedido este jueces "respeto" para la capacidad de las autoridades locales y ha acusado a países miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de desacreditar el sistema judicial de la RDC.
El sábado, el periódico 'The New York Times' informó de que Catalan había obtenido una grabación de una llamada en la que el exministro de Desarrollo Clement Kanku aprobaba la violencia perpetrada por una milicia local. Catalan habría informado a Kanku de la existencia de esta grabación antes de ser asesinada.
Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han asegurado también que las fuerzas congoleñas podrían haber estado implicado en las muertes.