KINSHASA 11 Dic. (Reuters/EP) -
El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) ha establecido este viernes que para extraditar a un acusado del genocidio de Ruanda, Ladislas Ntaganzwa, Kigali también tiene que extraditar a los imputados congoleños en suelo ruandés.
El ministro de Justicia de RDC, Alexis Thambwe, ha explicado que Ntaganzwa ha sido trasladado este viernes desde la ciudad de Goma --en el este del país-- a la capital, Kinshasa, para ser interrogado. Además, ha adelantado que el país está preparado para extraditar a Ntaganzwa, pero que primero tenía que asegurarse de que las autoridades ruandesas también ejecutan las solicitudes de extradición de RDC.
"Queremos que Ruanda responda de forma muy clara esta vez a las órdenes de arresto que hemos solicitado contra individuos que han causado daño a nuestro país y que circulan libremente en Kigali", ha sostenido Thabwe.
Su homólogo ruadés, Johnston Busingye, ha subrayado que la obligación de extraditar a Ntaganzwa está clara y que los Gobiernos de ambos países se han puesto en contacto. "Ladislas es objeto de una orden de arresto internacional", ha recordado. "Me sorprendería que lo convirtieran en un asunto de Justicia local", ha admitido.
Ntaganzwa fue arrestado el fin de semana en el este de RDC, según las autoridades del país. El exalcalde ruandés está acusado de participar en el genocidio de 1994, en el que las milicias de la etnia hutu masacraron a 800.000 tutsis y hutus moderados.
Ntaganzwa era uno de los nueve fugitivos de alto rango buscados por el genocidio todavía en libertad. La Justicia ruandesa le busca por genocidio, incitación pública y directa a cometerlo, exterminio, asesinato y violación.
EXTRADICIONES DE CONGOLEÑOS
Thambwe no ha aclarado cuántas solicitudes de extradición tiene pendientes Ruanda con RDC, aunque ha señalado el ejemplo de Laurent Nkunda, el exlíder de la CNDP, un grupo apoyado por Ruanda que llevó a cabo una insurrección en el este de RDC desde 2006 a 2009.
Nkunda fue arrestado por las autoridades ruandesas en 2009 y ha permanecido bajo arresto en la capital, Kigali, desde entonces, según la ONU. Ruanda ha negado en varias ocasiones las solicitudes de extradición del país vecino.
Las relaciones entre ambos Estados se han tensado desde la década de 1990, cuando Ruanda apoyó la rebelión en RDC, que desencadenó en una catástrofe humanitaria que acabó con la vida de millones de personas muertas en conflicto, de hambre y enfermedades.