MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de República Democrática del Congo (RDC) ha negado las acusaciones del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) sobre la participación en el conflicto de mercenarios del Grupo Wagner.
"El Grupo Wagner no opera en República Democrática del Congo", ha negado a la cadena británica BBC el portavoz del Ejército, el general de división Sylvain Ekenge. Un desmentido que en octubre del año pasado ya repitió el presidente de RDC, Félix Tshisekedi. "No necesitamos mercenarios", dijo a 'The Financial Times'.
En las últimas semanas han ido en aumento los rumores de que los mercenarios del grupo ruso estarían colaborando con las autoridades de RDC para contener a los rebeldes del M23, que en los últimos meses han recuperado amplias áreas en el este del país, en donde desde hace años están teniendo lugar los combates.
"Es cierto, el Grupo Wagner está aquí. Tenemos pruebas que mostraremos a su debido tiempo", dijo el miércoles a la misma cadena el portavoz del M23, Willy Ngoma, quien aseguró que la semana pasada se enfrentaron a un grupo formado por mercenarios del grupo y militares de RDC en la zona de Rutshuru, en Kivu del Norte.
Estas acusaciones han sido recogidas también por Ruanda, país al que RDC acusa de apoyar a los rebeldes. Su presidente, Paul Kagame, acusó esta semana al Gobierno congoleño de recurrir al Grupo Wagner y alertó del "desastre" que supone esta maniobra. "Los mercenarios son las personas más inútiles en las que se puede confiar", dijo.
La presencia del Grupo Wagner es cada vez más notoria en los conflictos que tienen lugar en el continente africano, a su ya sabida participación del lado del Gobierno de República Centroafricana para combatir a los rebeldes, se sospecha que hacen los propio en varios países del Sahel.
En lo que respecta a RDC, el M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en Kivu Norte, a pesar de que las autoridades congoleñas y el grupo rebelde firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012.
La situación ha provocado un repunte de las tensiones entre RDC y Ruanda, dado que Kinshasa acusa a Kigali de apoyar a los rebeldes. Kigali, por su parte, denuncia el respaldo de Kinshasa a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda.