MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de República Democrática del Congo (RDC) ha reconocido que uno de sus aviones militares sobrevoló el lunes espacio aéreo de Ruanda y ha subrayado que "jamás tuvo la intención" de violar el espacio aéreo del país vecino.
"El Gobierno de RDC ha tenido conocimiento de que durante un vuelo de reconocimiento de las Fuerzas Aéreas congoleñas, un avión congoleño de tipo Sukhoi-25 desarmado sobrevoló por desgracia espacio aéreo de Ruanda en la frontera entre ambos países", ha dicho el Ministerio de Exteriores congoleño en un comunicado.
"El Gobierno reafirma de la misma forma que, igual que defiende su integridad territorial, RDC nunca ha tenido intención de violar la de sus vecinos", ha señalado, después de que Ruanda acusara a Kinshasa de una "provocación" por el incidente, en medio de las tensiones bilaterales en torno al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).
Kigali destacó que el avión "violó el espacio aéreo ruandés" y "aterrizó brevemente en el aeropuerto de Rubavu, en la provincia Occidental". "Ruanda no adoptó medidas militares en respuesta", dijo, antes de confirmar la entrega de una protesta formal ante RDC.
El incidente ha tenido lugar un día después de que Kinshasa y Kigali coincidieran en acelerar en la medida de lo posible el acuerdo para aliviar la tensión bilateral en torno a la actividad del M23 en el noreste de Congo, en medio de las acusaciones congoleñas contra Ruanda por su presunto apoyo al grupo.
Ruanda ha desmentido las acusaciones y señalado por contra al Gobierno congoleño por respaldar al movimiento rebelde de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), en una crisis alimentada por un gran avance del M23 en los territorios de Kivu Norte que culminó la semana pasada con la expulsión del embajador ruandés en RDC, Vincent Karenga.
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército de RDC en Kivu Norte, siete años después de que las partes alcanzaran una tregua. Expertos de Naciones Unidas han acusado a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo han negado.