MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de República Democrática del Congo han suspendido la cooperación militar con Bélgica después de las críticas vertidas la semana pasada desde Bruselas al nombramiento de Bruno Tshibala como nuevo primer ministro del país, al considerar que violaba los términos del acuerdo de Reconciliación en el país africano y por los que se requería que el jefe del nuevo Ejecutivo fuera elegido por el Parlamento.
Este acuerdo, firmado el 31 de diciembre, marcaba una hoja de ruta para poner fin a meses de gravísima crisis política. El país debía haber celebrado elecciones en noviembre de 2016 para elegir al sucesor del presidente Joseph Kabila, pero estas fueron aplazadas tras un acuerdo alcanzado con parte de la oposición hasta abril de 2018.
Las autoridades habían argumentando para el aplazamiento motivos logísticos para poder preparar los comicios; la oposición argumentó que se trataba de un fraude para que siguiera en el poder.
Tras expirar el mandato de Kabila el 20 de diciembre, se produjeron violentas protestas tanto en Kinshasa, la capital, como en otras ciudades, que dejaron decenas de muertos.
"Parece que somos una provincia de Bélgica", ha lamentado el ministro de Defensa de RDC, Crispin Atama Tabe, en una entrevista a 'Jeune Afrique', que da la exclusiva sobre estos planes. "Tienen que reconocernos como lo que somos: un estado soberano, y les advertimos de que no podíamos trabajar juntos en semejante clima de desconfianza. Somos pacientes. Pero es hora de tomar medidas", ha dicho.
La suspensión de la cooperación militar fue notificada por Kinshasa, en una carta entregada al Agregado de Defensa de la Embajada de Bélgica en Kinshasa el miércoles 12 de abril, poniendo fin así a una colaboración que se ha prolongado durante 13 años.
En virtud de esta relación, Bélgica asumía las tareas de formación de parte del Ejército congoleño, entre ellos dos batallones de reacción rápida y, sobre todo, buena parte de la oficialía, que entrenaba en la Academia Militar Real de Bruselas. Según una fuente diplomática en Kinshasa, los oficiales belgas podrían comenzar a salir de la República Democrática del Congo a finales de abril.
El nombramiento de Tshibala fue confirmado el 7 de abril y la reacción de Bruselas tuvo lugar un día después.
En un comunicado, el ministro de Exteriores de Bélgica, Didier Reynders, cuestionaba la designación del Tshibala como un ataque al espíritu del Acuerdo de Reconciliación de Año Nuevo, "que preveía el nombramiento de un primer ministro propuesto por el Parlamento".
"Al igual que la Unión Europea, Bélgica le preocupa que las autoridades de transición carezcan del amplio apoyo necesario", subrayó el comunicado, .