MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de República Democrática del Congo (RDC) y Uganda han acordado prorrogar dos meses sus operaciones militares conjuntas contra el grupo armado Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), vinculado a la organización yihadista Estado Islámico, en las provincias de Ituri y Kivu Norte, en el este del territorio congoleño.
El portavoz de las operaciones, Mak Azukay, ha señalado en declaraciones concedidas a la emisora congoleña Radio Okapi que la decisión ha sido adoptada tras una análisis de las operaciones conjuntas durante los últimos seis meses.
Asimismo, llega cerca de dos semanas después de que el jefe de las Fuerzas de Tierra del Ejército ugandés, Muhoozi Kainerugaba --quien es además hijo del presidente de Uganda, Yoweri Museveni--, anunciara que Kampala podría iniciar la retirada de tropas a finales de abril si no había un acuerdo para extender su presencia.
Los gobiernos de RDC y Uganda firmaron en diciembre un acuerdo en materia de defensa y seguridad para estas operaciones en las provincias congoleñas de Ituri y Kivu Norte, después de que Estado Islámico en África Central (ISCA) --al que las ADF juraron lealtad-- reclamara una serie de atentados en Uganda.
Durante la jornada del miércoles, al menos nueve civiles murieron en ataques perpetrados por supuestos miembros de este grupo contra dos localidades en el territorio de Beni, situado en Kivu Norte, según fuentes de la sociedad civil en esta zona del país
"Hemos registrado cuatro muertos, tres en Kabalwa y uno en Mwenda. Los asaltantes incendiaron numerosas viviendas y un centro de salud en Kabalwa antes de dedicarse a saquear bienes de la población", ha dicho ha confirmado Meleki Mulala, coordinador de la sociedad civil en Beni.
Además, cinco civiles fueron asesinados en un asalto en Beu-Manyama, tal y como ha detallado Kinos Katuo, presidente de las fuerzas vivas de Mamove, según ha informado el portal congoleño de noticias 7sur7. Las autoridades congoleñas no se han pronunciado por ahora sobre estos ataques.
Las ADF, un grupo ugandés creado en la década de los noventa especialmente activo en el este de RDC y acusado de la matanza de cientos de civiles en esta zona del país, podría estar intentando volver a operar en Uganda, de donde se retiró en 2003 tras una serie de operaciones militares que mermaron drásticamente su capacidad para llevar ataques en el país.
Las ADF sufrieron una escisión en 2019 después de que Musa Baluku --sancionado por Naciones Unidas y Estados Unidos-- jurara lealtad a ISCA, bajo cuya bandera actúa desde entonces. Baluku sucedió a Jamil Mukulu como líder del grupo después de su detención en 2015 en Tanzania.