Reabre el edificio en el que tuvo lugar el tiroteo de San Bernardino

LOS ÁNGELES, 4 Ene. (Reuters/EP) -

El edificio en el que tuvo lugar el tiroteo de San Bernardino ha reabierto este lunes después de que el pasado 2 diciembre 2015 una pareja de radicales islamistas irrumpiera en una fiesta y matara a 14 personas.

El edificio, que fue cerrado tras el ataque, verá reforzada la seguridad en sus instalaciones, según la directora ejecutiva del Centro Regional Inland, Lavinia Johnson. El inmueble permanecerá cercado y los guardias continuarán vigilando cada punto de entrada a las instalaciones, ha explicado Johnson.

Syed Rizwan Farook y su esposa, Tashfeen Malilk, irrumpieron en el edificio en el que se celebraba una fiesta organizada por sus compañeros de una agencia de servicios sociales del condado de San Bernardino y comenzaron a disparar. En el tiroteo murieron 14 personas y otras 22 resultaron heridas.

Las autoridades explicaron que se trataba de una pareja de radicales islamistas y han considerado este ataque como el más mortífero desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Este tiroteo se produjo solamente unas semanas después de que tuvieran lugar los atentados de París en el que murieron 130 personas y que fueron reivindicados por Estado Islámico.

Los responsables del tiroteo no tenían como objetivo a los 600 miembros del personal sino a los empleados del Departamento de Salud Pública del condado de San Bernardino, ha explicado Johnson este lunes. "Hoy queremos enviarles nuestras condolencias", ha afirmado.

Algunos funcionarios de San Bernardino han afirmado que varias oficinas del condado cerrarán este lunes al mediodía para permitir que los empleados públicos puedan acudir al memorial por las víctimas del tiroteo.

Un antiguo vecino de Farook, que según la Fiscalía suministró armas a la pareja, fue acusado la semana pasada por cargos de conspiración por haber proporcionado apoyo material a los terroristas. Enrique Márquez fue imputado por conspiración al igual que Farook en 2011, y en 2012 por apoyar un ataque que finalmente no se llevó a cabo.