AMÁN 21 Nov. (Reuters/EP) -
Los rebeldes sirios apoyados por Turquía y que intentan expulsar al grupo Estado Islámico de la ciudad de Al Bab han reconocido combates con las Fuerzas Democráticas de Siria, una coalición que agrupa a combatientes kurdos y árabes y que está liderada por las Unidades de Protección Popular (YPG).
Los dos bandos están intentando expandir su territorio al tiempo que luchan contra Estado Islámico y los últimos choques habrían tenido lugar en la zona de Sheij Nasser. "Nos enfrentamos con las YPG y recuperamos la localidad", ha asegurado Abu Assad Dabeq, un comandante de la 'Operación Escudo del Éufrates', lanzada en agosto.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, subrayó la semana pasada que recuperar Al Bab, a unos 30 kilómetros de la frontera, es un objetivo clave de cara a atacar Manbij --de la que las fuerzas kurdas expulsaron a Estado Islámico-- y, en última instancia, Raqqa, capital 'de facto' del autoproclamado califato.
Ankara considera a las YPG una organización terrorista y la vincula al Partido de los Trabajadores del Kurdistan (PKK). Las autoridades turcas han abogado en reiteradas ocasiones por dejar fuera a los kurdos de la ofensiva sobre Raqqa, para la que todavía no existe fecha.
"Las YPG están intentando avanzar a las áreas en las que también nosotros estamos avanzando", ha denunciado Abu Assad Dabeq. Esta fuente ha reconocido que los dos bandos "compiten" por llegar a Al Bab y ha acusado a las fuerzas kurdas de cortar carreteras para bloquear la ofensiva.
Por otra parte, el Ejército sirio está a apenas 12 kilómetros al sur de la ciudad. El régimen de Bashar al Assad ya ha advertido de que no permitirá que las fuerzas aliadas de Turquía se hagan con el control de Al Bab.