MANILA 29 Sep. (Reuters/EP) -
Los rebeldes maoístas de Filipinas han declarado que no renunciarán a las armas a pesar de que se consiga un acuerdo de paz con el Gobierno, según ha declarado este jueves el jefe negociador de los rebeldes, unas declaraciones que podrían suponer el fin del proceso de paz.
El Gobierno de Filipinas y los rebeldes comunistas acordaron en Oslo en agosto un alto al fuego indefinido para el territorio filipino, como parte de un pacto que tiene como objetivo acelerar el proceso de paz y acabar con un conflicto que comenzó hace más de 50 años y que se ha cobrado la vida de alrededor de 40.000 personas.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha declarado en numerosas ocasiones que espera que el proceso de paz concluya con éxito antes de que finalice el año. No obstante, los rebeldes comunistas no han querido poner un plazo para cerrar las negociaciones.
Luis Jalandoni, el jefe de negociaciones del Frente Nacional Democrático, el brazo político del movimiento comunista, ha dicho que el brazo armado de la disidencia, el Nuevo Ejército del Pueblo (NPA), no piensa renunciar a las armas en ningún momento.
"No creemos que el Nuevo Ejército del Pueblo deba ser desarmado o que deba renunciar a las armas", ha declarado.
Un general del Ejército de Filipinas ha declarado que el rechazo de los rebeldes a entregar las armas puede llegar a suponer el fracaso de las conversaciones de paz. "¿Realmente piensan que podemos tener a dos ejércitos distintos bajo un sólo Gobierno? Nuestro Gobierno nunca accederá a ello. Nuestros hermanos musulmanes accedieron al desarme mediante un acuerdo de paz. ¿Por qué no pueden los comunistas?", ha declarado el general, que ha solicitado mantener su anonimato.
En 2014, el Frente Moro de Liberación Islámica, un grupo armado rebelde islamista, firmó un acuerdo de paz con el Gobierno, mediante el cual accedió a entregar todas sus armas y desmovilizar a sus tropas a cambio de conseguir la autonomía de una región en el sur del país.
El Nuevo Ejército del Pueblo (NPA), el brazo armado del partido comunista integrado por unos 3.000 hombres, opera principalmente en el este y el sur de Filipinas.