AMÁN 30 Mar. (Reuters/EP) -
Los rebeldes sirios han recuperado el control de varias zonas del sur de Siria controladas por Estado Islámico en las últimas dos semanas, en un momento en que el grupo yihadista se prepara para defender su bastión en Raqqa de los ataques liderados por Estados Unidos, según han informado varios comandantes opositores.
"Han caído en nuestras manos varias zonas. Estado Islámico se ha retirado de ellas tras fuertes batallas durante 16 días", ha asegurado Talas al Salamé, comandante de Osoud al Sharqiya, el mayor grupo del Ejército Libre Sirio (ELS) en la zona. "Hemos cortado los vínculos entre sus zonas y, como resultado, han empezado a retroceder", ha añadido.
Los avances del ELS han ayudado a reducir el riesgo del reagrupamiento de combatientes de Estado Islámico en zonas cercanas a Damasco y a la frontera jordana. En los últimos meses, el grupo terrorista ha sufrido gran presión militar en el norte de Siria por parte de cuatro campañas: los combatientes árabes y kurdos apoyados por Estados Unidos, el Ejército sirio respaldado por Rusia y los grupos del ELS respaldados por Turquía.
Salamé ha asegurado que Estado Islámico ha retirado a cientos de sus combatientes de las zonas en las que ha avanzado su grupo junto con otros cuatro, lo que sugiere que podrían haber sido enviados a Raqqa y a la provincia de Deir al Zor para ayudar en su defensa.
Los avances se han producido en una franja de territorios escasamente poblados que se extiende desde la localidad de Bir Qassad, a unos 50 kilómetros del sur de Damasco, hasta las fronteras con Irak y Jordania, una zona desértica conocida como Badia.
Los rebeldes también han tomado el control de las laderas de la montaña de Qalamoun, al noroeste de Bir Qassab, y Estado Islámico ha trasladado sus fuerzas hacia el norte, según Salamé.