NAIROBI, 7 Jul. (Reuters/EP) -
Las fuerzas rebeldes de Sudán del Sur han alertado de que el Gobierno de Salva Kiir ha lanzado una ofensiva contra su principal bastión en el norste del país, Pagak, lo que ya ha provocado que Naciones Unidas evacue al menos a 25 cooperantes ante el temor de que se produzca una nueva ola de violencia.
La pérdida de Pagak, en la región de Alto Nilo, supondría un duro golpe para las fuerzas leales al exvicepresidente Riek Machar, que permanece bajo arresto domiciliario en Sudáfrica. La ciudad ha sido la principal base rebelde desde 2014 y está ubicada en el corazón de la comunidad nuer, a la que pertenece Machar.
"El Gobierno lanzó un ataque hacia Pagak hace una semana", ha contado un portavoz rebelde, Lam Paul Gabriel, en declaraciones a Reuters. Según Gabriel, "muchos" civiles ya han perdido la vida y otros han optado por ocultarse o cruzar la frontera hacia Etiopía.
Sin embargo, un portavoz militar, Santo Domic Chol, ha desmentido la acusación y ha asegurado que "no hay enfrentamientos en Pagak", entre otras razones porque el Gobierno mantendría un alto el fuego unilateral. "Ahí están los cuarteles donde los rebeldes tienen su munición y todo lo demás y, por supuesto, no a va ser fácil para el Ejército acceder si no hay una gran operación", ha añadido.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU ha confirmado la evacuación de 25 cooperantes de Pagak tras unos combates que comenzaron la semana pasada. En la zona de Mathiang, cerca de Pagak, ya se han producido miles de desplazamientos, según esta agencia, que ha dicho estar "profundamente preocupada" por la suerte que puedan correr los civiles.