BAMAKO, 25 Mar. (Reuters/EP) -
La principal facción separatista de los rebeldes tuareg de Malí ha anunciado que no acudirá a las conversaciones previstas para el próximo fin de semana con el Gobierno del país africano para aplicar el acuerdo de paz firmado hace dos años y que todavía no se ha puesto en práctica por culpa de profundas disensiones internas.
El pacto, firmado en 2015, pretendría poner punto y final al conflicto abierto entre los nómadas tuareg del norte del país contra el Gobierno central. Los combates han desestabilizado por completo la región, que se ha convertido en una suerte de plataforma de despegue para organizaciones terroristas.
Estas organizaciones, de carácter yihadista, han aprovechado los vacíos de seguridad para moverse con libertad por la zona.
Así, la llamada Coordinación de Movimientos del Azawad "ha declarado solemnemente que no pueden formar parte de esta conferencia" al considerar que "no incluye a los grupos suficientes ni se ha informado del inicio de las mismas". "No podemos", aseguran, "participar en una reunión que, lejos de unir a los pueblos, corre el riesgo de dividirlos".
La tensión persiste en la zona con el regreso de los grupos armados a Tombuctú, en su día bajo control tuareg, que se han opuesto a ciertos términos del acuerdo de 2015, gestionado por Argelia, en la que se devolvía el control de esta zona histórica al Gobierno maliense.