MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El recrudecimiento de las sequías a nivel mundial destruye una cantidad de productos agrícolas que podría alimentar a 81 millones de personas durante un año y repercute en el empobrecimiento y falta de acceso a cultura y servicios de generaciones, según un informe publicado por el Grupo Banco Mundial.
En el texto, titulado 'Aguas inexploradas: La nueva economía de la escasez y la variabilidad del agua', la organización ha alertado de que las graves sequías provocadas por unas lluvias cada vez más irregulares suponen un "sufrimiento en cámara lenta" y condenan a la pobreza a generaciones de niños.
"Estos efectos demuestran por qué es cada vez más importante que tratemos el agua como el recurso valioso, agotable y degradable que es. Tenemos que comprender mejor los impactos de la escasez de agua, un problema que se agravará más debido al crecimiento demográfico y al cambio climático", ha señalado el director superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Agua del Banco Mundial, Guangzhe Chen.
La escasez de lluvias afecta al rendimiento de los cultivos y obliga a los agricultores a expandir las tierras de cultivo a bosques cercanos. Los bosques son un elemento estabilizador del clima, por lo que la deforestación agrava aún más el cambio climático.
IMPACTO EN LA VIDA DE LAS FAMILIAS
El informe señala que en las zonas rurales de África las mujeres nacidas en períodos de sequía grave presentan retraso en su crecimiento físico y su desarrollo mental, malnutrición y dolencias, todo ello a causa de la pérdida de cosechas. Además, reciben menos educación, ganan menos, tienen más hijos y registran mayores probabilidades de ser víctimas de violencia doméstica.
"Si no tomamos en serio el aumento de los déficits de agua, así como de la magnitud y frecuencia de las tormentas como resultado del cambio climático, la escasez de agua se extenderá a otras regiones del mundo, lo que podría exacerbar los problemas de violencia, el sufrimiento y la migración", ha dicho el economista principal del Departamento de Prácticas Mundiales de Agua del Banco Mundial y autor del informe, Richard Damania.
Damania ha remarcado que "los actuales métodos de gestión del agua son inadecuados para abordar el problema. Un cambio fundamental requerirá un conjunto de políticas que contemplen incentivos económicos para gestionar el agua".
El Banco Mundial aboga por construir infraestructuras para el almacenamiento y la gestión del agua e incentivar a las empresas de suministro para hacer una distribución eficiente, inversiones en la expansión de las redes y garantizar un rendimiento justo del mercado.
En cuanto a las crisis económicas y, por extensión, humanitarias que provocan los largos períodos de sequía, la organización ha instado a establecer redes de protección para proporcionar recursos y protección a las familias más pobres.