MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Benín, Patrice Talon, ha denunciado que los episodios de violencia reinantes en el país durante el período inmediatamente anterior a las elecciones --en las que revalidó su mandato por un margen aplastante-- se deben a un intento de insurrección y ha avisado de que no habrá amnistía para los responsables de estos incidentes.
Talon fue reelegido con un 86 por ciento de los apoyos las elecciones presidenciales del 11 de abril. En su primera entrevista tras su victoria, concedida a France24, Talon atribuye esta victoria al apoyo masivo del pueblo de Benín a su proyecto de desarrollo para el país, y a su lucha contra "una clase política que ha tomado (a Benín) como rehén, formada por todo tipo de personas, incluidos los narcotraficantes".
Esta oposición, a la que calificó de "depredadores", fueron los responsables de empezar "un enfrentamiento en las calles, donde quemaron casas, edificios públicos y privados, y organizaron una rebelión armada". De hecho, el presidente acusó a la opositora Reckya Madougou, exasesora del presidente de Togo y detenida desde principios de marzo, de haber instigado y financiado los asesinatos de funcionarios, con el fin de crear un clima insurreccional, así como de recibir "fondos de países extranjeros" para financiar su campaña, sin dar detalles.
El presidente ha defendido su insistencia en acusar a los detenidos durante la campaña de delito de terrorismo. "Cuando la gente quiere imponer su punto de vista por la fuerza, por la violencia, cuando la gente quiere imponer su comprensión de la vida o su interpretación étnica mediante la violencia, eso es terrorismo", ha argumentado antes de indicar que muchos de ellos son "reincidentes" y, por lo tanto "no es concebible que se perdone a las personas por actos que se vuelven repetitivos. Sería un error".
Asimismo, Talon también ha excusado su amplísimo margen de victoria, a pesar de la baja participación, que ha descrito como un "voto de adhesión" a sus políticas y respondido a las críticas de Estados Unidos contra la detención de opositores con un llamamiento al respeto a las investigaciones y paciencia para conocer sus resultados. "A todos nos preocupa una justicia transparente que no sea fruto de la manipulación política", ha indicado.