Publicado: martes, 21 julio 2015 4:06


VALPARAÍSO (CHILE), 20 (Reuters/EP)

El intento de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, por flexibilizar la estricta legislación sobre el aborto en la conservadora sociedad chilena ha generado una grieta dentro de la coalición de Gobierno, por lo que elementos clave de la reforma podrían ser descartados.

Legisladores del partido Demócrata Cristiano, pieza clave en el bloque oficialista Nueva Mayoría, han dicho a Reuters que menos de un tercio de sus 21 legisladores en la cámara baja del Congreso apoya plenamente la propuesta, lo que impediría al Partido Socialista aprobarla.

Chile es uno de los seis países en el mundo con prohibición total del aborto, que fue legal para algunos casos pero abolido por el general Augusto Pinochet al final de su dictadura, que se extendió entre 1973 y 1990.

Bachelet prometió la reforma cuando fue elegida por segunda vez en 2013, pero sus índices de aprobación han caído después de los recientes escándalos sobre financiación irregular a políticos y una acusación de tráfico de influencias contra su hijo.

En Chile, donde el divorcio fue legalizado en 2004 y las uniones de parejas del mismo sexo se permitirán a partir de este año, un sondeo realizado en 2014 reveló que el 70 por ciento de los chilenos apoya el aborto en circunstancias extraordinarias.

La propuesta de Bachelet permitiría el aborto si la vida de la madre está en peligro, si un feto es inviable o cuando el embarazo es resultado de una violación.

"Una gran mayoría del partido tiene dudas sobre al menos una de las tres causas (para permitir el aborto)", ha apuntado Víctor Torres, uno de los dos demócrata-cristianos en la comisión de Salud de la Cámara de Diputados y partidario de la reforma.

"En este momento sólo tenemos seis diputados que apoyan el proyecto de ley completo", ha agregado, antes de señalar que una "gran mayoría" de los legisladores de su partido se oponen al aborto en casos de violación.

Algunos legisladores dicen que los demócrata-cristianos tratarán de eliminar la posibilidad de un aborto en caso de violación y garantizar que el padre tenga participación en la decisión sobre la terminación de un feto inviable.

"La condición de violación probablemente será rechazada", ha adelantado Matías Walker, vicepresidente de Democracia Cristiana. "En cuanto a la viabilidad fetal, creemos que esto va a pasar pero sólo cuando el padre, cuando sea posible, tenga derecho a opinar", ha añadido.

Chile, El Salvador, Nicaragua, Malta, República Dominicana y la Santa Sede prohíben el aborto bajo cualquier circunstancia. El aborto en Chile es punible con hasta cinco años de prisión, aunque la mayoría de las mujeres reciben otros castigos, como multas.

Sudamérica ha visto una cautelosa liberalización sobre el aborto con reformas en países como Argentina, Colombia y Bolivia. En 2012, Uruguay se convirtió en el segundo país de América Latina --tras Cuba-- en legalizar el aborto para todas las mujeres.

Más noticias