Las reformas del primer ministro etíope le ponen en el punto de mira de los sectores más tradicionalistas

Abiy Ahmed
REUTERS / STRINGER .
Actualizado: domingo, 8 julio 2018 9:20


MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

El intento de asesinato del nuevo primer ministro etíope, Abiy Ahmed, podría tratarse la primera expresión de descontento de las tradicionalistas fuerzas de seguridad, que perciben que el carácter regenerador del nuevo mandatario supone una amenaza para los poderes establecidos, según un análisis publicado esta semana en el 'Ethiopia Observer'.

El pasado 23 de junio, Ahmed sobrevivió a la explosión de una granada de mano durante un mítin en la plaza de Meskal, en la capital del país, Adis Abeba. Tres días después, el jefe de la Comisión de la Policía Federal, Zeinu Jemal, confirmó que el atentado fue posible debido a un fallo de seguridad. Varios oficiales, incluido el jefe adjunto de la Policía, Girma Kassa, están siendo investigados en relación con el ataque.

A día de hoy, la capital está plagada de teorías conspiratorias. Muchos señalan con el dedo a la vieja guardia del Frente de Liberación del Pueblo Tigrayan (FLPT), con quien se dice que Ahmed estuvo luchando por el poder.

Desde que llegó al cargo, Ahmed anunciado importantes reformas, entre ellas la liberación de cientos de presos políticos, la apertura de empresas estatales a inversores, una oferta de paz a Eritrea y negociaciones con grupos de oposición exiliados. Esto le ha dado al primer ministro un amplio apoyo nacional en todos los campos ideológicos por primera vez en la historia de su partido, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope.

Aunque está claro que Abiy es tremendamente popular en el país y en el extranjero, está despertando una intensa oposición entre otros sectores, y es posible que los miembros descontentos del aparato de seguridad comiencen a incidir en actitudes "provocadoras", según el análisis del medio.

Por ejemplo, existe un enorme descontento en este sector después de que el primer ministro despidiera al jefe de los Servicios Nacionales de Inteligencia y Seguridad, Getachew Assefa, y a altos comandantes del ejército, incluido el Jefe de Gabinete, Samora Yunis, parte integral del dominio de TPLF en ese sector. Esto podría tener algún sentido, pero el hecho de que el nuevo jefe de gabinete, el general Seare Mekonen, también provenga de Tigraya, demuestra que la historia no es tan sencilla.

OPOSICIÓN

Ahora mismo es difícil saber cuánta oposición es real o percibida, o si es lo suficientemente fuerte como para provocar un intento de asesinato, es difícil de evaluar.

Sin embargo, el propio mandatario ha alimentado ese sentimiento al referirse como "hienas diurnas" a "elementos empeñados en frustrar la reforma e instigar el conflicto en la región". El FLPT se ha tomado a pecho esa acusación, y ha lanzado una campaña hostil contra el primer ministro, en especial sobre la oferta de paz a Eritrea. Este grupo denuncia que Ahmed ha tomado esta decisión sin consultar a las familias afectadas por la guerra.

El responsable del análisis para el medio etíope, un banquero bajo pseudónimo por miedo a su seguridad, se plantea si la hipotética muerte del primer ministro el 23 de junio habría desintegrado al país.

"La lección que da la historia de otros países es sugerente, como el asesinato del líder egipcio Anwar Sadat en 1981 y del primer ministro Yitzhak Rabin de Israel en 1995", argumenta el analista para justificar su opinión de que la muerte del primer ministro habría desembocado en el colapso del país, a través del magnicidio.

"El reciente incidente en Adis Abeba subraya la gran necesidad de precaución, ya que el coste de un ataque exitoso podría ser peor que en Egipto o Israel. Ciertamente enviaría una señal negativa a los socios internacionales de Etiopía. Y, lo que es peor, el país podría volver a caer en un patrón de oposición armada y brutal represión gubernamental brutal", concluye.

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