Niña refugiada atrapada en Hungría
LEONHARD FOEGER / REUTERS

El Parlamento da luz verde a nuevas leyes que buscan controlar las llegadas

BUDAPEST, 4 Sep. (Reuters/EP) -

Decenas de inmigrantes y refugiados se han escapado este viernes de dos campos de acogida en Hungría donde la tensión va en aumento ante la negativa de las autoridades de permitir que estas personas sigan su camino hacia otros países del norte de Europa.

Unos 300 inmigrantes y refugiados se han escapado de un centro en Roszke, en la frontera con Serbia este viernes. La Policía ha informado de que ya se ha iniciado una persecución y se ha cortado el tráfico en una autovía cercana. Asimismo, ha informado de que otros 2.300 refugiados continúan en el interior y amenazan con marcharse también.

Entretanto, un grupo de 64 inmigrantes se ha escapado de un centro de recepción cerca de la localidad de Bicske, en el centro del país, según ha informado la agencia nacional MTI. Se da la circunstancia que este es el centro al que las autoridades pretendían trasladar a los cientos de refugiados que desde ayer están atrapados dentro de un tren en la estación.

Por otra parte, cientos de los alrededor de un millar de refugiados e inmigrantes acampados frente a la estación de tren de Keleti en Budapest han iniciado su viaje a pie a través de la capital. Según un fotógrafo de Reuters, afirman que irán caminando a Austria.

Los refugiados han optado por iniciar la caminata después de que no les haya sido posible en los últimos días tomar trenes hacia Austria, ya que las autoridades húngaras han cancelado todos los trenes que van desde la capital hacia Europa occidental.

NUEVAS LEYES

Mientras aumentaba la tensión, el Parlamento húngaro ha aprobado este viernes una serie de nuevas leyes para controlar el flujo de inmigrantes y refugiados que llegan al país, dando a la Policía más autoridad y fijando duros castigos que incluyen penas de cárcel por entrar de forma ilegal en el país.

Hungría está construyendo una valla a lo largo de su frontera con Serbia, con la esperanza de frenar las llegadas de inmigrantes, después de que decenas de miles, en su mayoría de países como Siria y Afganistán, hayan entrado en el país en los últimos meses.

Las nuevas leyes convertirán en delito cruzar o dañar la valla y la entrada ilegal en el país será punible con hasta 3 años de cárcel. La nueva ley también hará posible presentar la solicitud de asilo en los pasos fronterizos y permitirá acelerar el procesamiento de la petición.

Asimismo, está prevista la creación de "zonas de tránsito" en las que permanecerán los solicitantes de asilo hasta que su petición sea procesada. Aquellos que se nieguen a ello serán deportados.

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