LA HAYA, 27 May. (Reuters/EP) -
Las autoridades europeas están recabando testimonios de cientos de refugiados procedentes de Oriente Próximo para esclarecer y preparar los casos de crímenes de guerra vinculados principalmente a los conflictos de Siria e Irak.
Para obtener la información necesaria, los servicios de inmigración holandeses y alemanes han comenzado a ofrecer panfletos a los solicitantes de asilo con el objetivo de que testifiquen voluntariamente durante su estancia en el país. En Noruega, por otra parte, la Policía monitoriza los teléfonos de los refugiados en busca de pruebas que evidencien una posible implicación en crímenes de guerra.
"Puede que tengamos muchas víctimas y testigos en un lugar, pero no podemos hacer nada desde la Fiscalía si no tenemos a los criminales en nuestra propia jurisdicción. Durante los próximos cinco años veremos muchas acusaciones", ha indicado Matevz Pezdirc, que coordinada la Red de la Unión Europea de Cooperación contra el Genocidio, que reúne dos veces al año en La Haya a policías y fiscales europeos para el intercambio de información sobre los crímenes de guerra.
La mayoría de los países de Europa tienen vigente una legislación que permite perseguir los crímenes a nivel internacional independientemente de dónde se produzcan. Unos quince poseen una unidad especial para investigarlos y procesarlos. Durante la última década, las autoridades europeas han detectado 1.607 casos de crímenes de guerra en jurisdicciones domésticas y otros 1.339 en el exterior, según la agencia de cooperación judicial de la Unión Europea 'Eurojust'.
TESTIGOS ESTRESADOS
La Policía alemana ha compilado el testimonio de cientos de testigos potenciales del conflicto sirio, y la Fiscalía de Karlsruhe ha interrogado en mayor profundidad a unas pocas decenas, un proceso que resulta lento y complicado debido al estado psicológico en el que se encuentran los refugiados a su llegada.
"Normalmente los refugiados necesitan un plazo de tiempo para descansar y tranquilizarse antes de decidir cooperar con las autoridades", ha aseverado Pezdirc. Los investigadores, por su parte, han interrogado a refugiados kurdos yazidíes en Alemania en busca de pruebas que sostengan el genocidio contra la minoría étnica y religiosa.
En Alemania, los casos de dos sospechosos por tortura y secuestro están siendo preparados. En Francia, por otra parte, los fiscales tienen un grupo de investigadores integrado en parte por sirios, incluidos un excoronel y un doctor de un hospital militar, lo que facilita el trabajo.
Se estima que más de 4.000 ciudadanos europeos han abandonado el continente para luchar en Siria, de los cuales un tercio ha regresado a sus países de origen, según datos de un grupo de estudios holandés. Con los testigos y los criminales en el mismo territorio, los fiscales europeos ya han podido presentar algunos casos, entre los cuales destacan principalmente los de tortura, asesinato, violación, crímenes contra la Humanidad y genocidio.
EL CONSEJO DE SEGURIDAD SE ENCUENTRA DIVIDIDO
La falta de unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU ha dificultado el seguimiento de los casos ante el Tribunal Penal Internacional, así como la puesta en marcha de tribunales especiales. Por ello, los grupos de defensa de los Derechos Humanos ponen sus esperanzas ahora en las acusaciones a nivel nacional.
"Si va a hacerse justicia en Siria, va a ser a través de los tribunales de terceros países", manifestó en una reunión en La Haya Stephen Rapp, diplomático que lideró la acusación del expresidente liberiano Charles Taylor. Los casos que se resuelvan con éxito ayudarán a influenciar positivamente en la crisis migratoria y el curso de la guerra. "Si hacemos más para demostrar que hay justicia y esperanza, si podemos mostrar que esta manera de combatir los conflictos es posible podemos reducir el flujo de inmigrantes", ha zanjado Rapp.