MADRID, 27 Dic. (Por UNICEF - Comité Español) -
Siete décadas después de la Segunda Guerra Mundial, los refugiados que huyen de los conflictos siguen buscando la seguridad lejos de sus países natales.
La labor humanitaria de UNICEF comenzó tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial; para mediados de la década de los 50, millones de niñas y niños ya recibían ayuda. Setenta años más tarde, una cantidad de refugiados y migrantes, sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, han entrado a Europa. Al menos uno de cada cuatro de ellos son niños, y el número de menores no acompañados que buscan asilo crece.
En Grecia, hacia 1949, unos niños miran a la cámara desde el interior de una cabaña improvisada. En 2015, en la Antigua República Yugoslava de Macedonia, una niña refugiada encogida bajo una manta para resguardarse del frío permanece de pie al exterior de su tienda. Muchos niños están desplazados, y todos ellos necesitan la atención y la protección adecuadas.
Dos niños duermen en una cama de madera en medio de la calle en Italia, hacia 1945. En 2015, en Croacia, un adulto y un niño refugiados duermen en la calle en un lecho improvisado de un centro de tránsito.
En Italia, en 1949, una niña sonríe mientras le toman las medidas para un vestido nuevo en el Instituto de Santa Genoveva, un orfanato de Nápoles. En 2015, en la Antigua República Yugoslava de Macedonia, refugiados sirios, afganos e iraquíes recogen la ropa de invierno que se está distribuyendo en Tabanovce.
Alrededor de 1945, en Grecia, unas familias habitan en pequeños espacios divididos en un departamento para personas desplazadas. En Alemania, en 2015, un albergue para refugiados habilitado en el aeropuerto de Tempelhof, utilizado durante el puente aéreo de Berlín de 1948, acoge ahora a dos mil refugiados.
Un niño pequeño sostiene a otro que llora en un campamento para desplazados en Kavaja, Albania, hacia 1945. En 2015, en la Antigua República Yugoslava de Macedonia, consuelan a otro niño que llora cerca de Gevgelija. Los viajes largos e inciertos dejan a los niños asustados y vulnerables.
En Grecia, hacia 1950, un niño lleva unos calcetines sujetos con una cuerda y unos zapatos de hombre que le quedan varias tallas grandes. En 2015, en Gevgelija, Jamal Majati ata los cordones a su hijo Basher, después de realizar una parada para cambiarse de ropa en un espacio adaptado para la infancia con ayuda de UNICEF, en medio de su huida del conflicto sirio.
Hacia 1946, en Grecia, unas niñas miran por una ventana al interior de una escuela en la que se ha instalado una clínica médica. En 2015, en la Antigua República Yugoslava de Macedonia, un niño pequeño refugiado permanece junto a unos adultos tras una alambrada en Gevgelija, retenidos en el punto principal de entrada al país.
En Grecia, hacia 1946, unos niños que han quedado huérfanos por la guerra esperan en un camión que los llevan a familias de adopción. En 2015, un niño intenta dormir en un tren abarrotado de personas que viajan hacia la frontera de Serbia desde Gevgelija. Tanto en el pasado como en el presente, es esencial integrar a los refugiados en sus nuevas comunidades.
En Grecia, hacia 1950, unas niñas reciben provisiones. Grecia colaboró y recibió apoyos para distribuir ayuda a los refugiados palestinos. En 2015, en Grecia, un trabajador humanitario voluntario coloca una manta sobre tres niñas refugiadas recién llegadas que comen bananas.
En Alemania, sobre 1946, una niña desplazada envuelta en mantas está sentada sobre sus pertenencias, esperando para continuar su viaje a casa. En 2015, en Serbia, un niño refugiado descansa sobre una maleta en un centro de acogida de Presevo. Viajará aún más lejos en cuanto reciba su documentación de viaje.
Un niño refugiado lee un libro en Grecia, hacia 1955. En Serbia, en 2015, unos niños dibujan en un espacio adaptado para la infancia con la ayuda de UNICEF y equipado con materiales educativos y juguetes para los niños que pasan por Presevo, agotados después de largos viajes.
En 1946, en Polonia, una familia de refugiados descansa sobre su equipaje durante el viaje hasta el campo de cultivo que los espera en la región de la Baja Silesia. En 2015, en la Antigua República Yugoslava de Macedonia, un niño envuelto en una manta descansa junto a las vías del tren que van a Serbia por el norte.
En Grecia, hacia 1946, unas niñas desplazadas disfrutan de su ración de "halva", una nutritiva mezcla de harina de semolina, aceite de oliva o margarina y azúcar. En 2015, un niño refugiado toma un refrigerio en una vía férrea cercana a Gevgelija, en la frontera con Grecia.
Hacia 1945, un trabajador humanitario realiza una encuesta de nutrición a una familia en una cocina situada al exterior, en el pueblo de Lika, en Yugoslavia, que fue duramente sacudido por la guerra. En 2015, en la Antigua República Yugoslava de Macedonia, una traductora de UNICEF seca las lágrimas de una niña que llora en Gevgelija.
Alrededor de 1945, en Hungría, unos niños están sentados con los pies envueltos en tela en el exterior de un hospital infantil donde casi se han terminado los suministros de ropa y de calzado. En 2015, unas mujeres calientan los pies de sus hijos junto a una estufa en un espacio adaptado para la infancia con la ayuda de UNICEF en Serbia.
En 1945, en Albania, una mujer que sostiene a un bebé permanece de pie en la entrada de un campamento para desplazados en Kavaja. En 2015, Fatima Marge sostiene en brazos a Hassan, su bebé de 18 meses, detrás de Ali, su marido, dentro de una tienda del campamento temporal cercano a Idomeni, en Grecia.
Hacia 1950, en Italia, unos niños discapacitados juegan al fútbol. En 2015, en la Antigua República Yugoslava de Macedonia, unos adolescentes juegan al fútbol en un centro de acogida para refugiados y migrantes. Los niños necesitan tener acceso a espacios seguros en los que poder descansar y recibir apoyo emocional.
Más información sobre la crisis europea de refugiados y migrantes en Europa.
Todas las imágenes son propiedad de Unicef.