Refugiados en Serbia: Las pequeñas cosas pueden marcar una gran diferencia

Niños refugiados juegan en un taller de Save the Children en Belgrado
Foto: SEJLA DIZDAREVIC/SAVE THE CHILDREN
   
Actualizado: sábado, 10 octubre 2015 8:30

MADRID, 10 Oct. (Por Sejla Dizdarevic, personal de comunicación de Save the Children en el noroeste de los Balcanes) -

   Bitácora del capitán. Sigo deseando que pudiésemos evolucionar hacia un universo alternativo en el que todo el mundo es tratado por igual y tiene las mismas oportunidades, y en el que no existe la violencia, la persecución, el hambre o la violación de los Derechos Humanos básicos. Un universo en el que los problemas se resuelven juntos y los enemigos están en una galaxia muy lejana.

   Y, sin embargo, somos muy conscientes de la realidad: la mayor crisis de refugiados y migrantes en Europa desde la Segunda Guerra Mundial está teniendo lugar en nuestros patios traseros estos días. Imágenes de niños que mueren, o niños temblando de miedo o frío, no son fáciles de ignorar. Siendo yo misma una niña de la guerra, este tipo de imágenes no son nuevas para mí, pero la familiaridad sólo las hace más difíciles de soportar.

   Después de pasar los primeros 20 días de septiembre en Belgrado y en la frontera de Serbia con Hungría y Croacia, tengo una gran necesidad de explicar a la gente que son las pequeñas cosas las que pueden marcar una gran diferencia. Incluso las ranas hechas de papel de colores que mágicamente reviven y saltan, las tizas de las aceras, las pompas de jabón, los globos, todo lo relacionado con Bob Esponja...

   He visto a Dubravka, nuestro responsable de Programas en Serbia, superar fácilmente las barreras del idioma con estas cosas tan sencillas, no sólo con los niños, también con sus padres y con los que viajan solos. Después de semanas, y en algunos casos meses, en la carretera, todos anhelan tanto una cálida sonrisa y palabras amables, como comida y refugio.

SER NIÑOS

Niños refugiados

   He conocido a muchos niños en las últimas semanas y me preocupa su capacidad de recuperación. Incluso en tiendas de campaña improvisadas y condiciones de vida no adecuadas para cualquier ser humano, ellos son capaces de encontrar la manera de ser niños.

   Nuestro espacio seguro para niños móvil está presente todos los días en los lugares donde los refugiados y los migrantes esperan continuar su viaje hacia Europa Occidental, hacia un futuro libre de la violencia de la que están huyendo. Incluso antes de que hayan podido instalar el pequeño "patio de recreo", los niños están allí, listos para ayudar y participar en cualquier actividad que vaya a tener lugar.

   Sus dibujos muestran lo mucho que necesitan algo de normalidad en sus vidas y cómo este tipo de actividades son importantes para ellos de cara a superar el trauma causado por abandonar sus casas y sufrir situaciones difíciles durante el viaje.

   Hablamos con un niño de 14 años de Afganistán que viajó durante siete meses desde su país de origen a Serbia. Su historia nos dejó sin palabras. ¿Cómo ayudar a un niño que ha viajado solo más de 5.000 kilómetros, soportando caminos difíciles, siendo golpeado por contrabandistas, a quien le han robado y solo le queda una cosa: la creencia de que, una vez que llegue a Suecia, su país de destino, lo podrá tener una vida normal y digna?

DERECHO A APRENDER, JUGAR Y CRECER EN UN LUGAR SEGURO

Niños refugiados

   Se merece una vida donde tenga derecho a aprender, jugar, donde puede crecer en un ambiente seguro y donde se respeten sus Derechos Humanos y como niño. Antes de que saliera corriendo a coger su autobús, me dijo que espera no tener que hacer frente a ningún tipo de violencia nunca más. Espero que haya llegado a su destino sano y salvo y que no tuviera ningún problema en la frontera.

    No nos olvidamos de los más pequeños. Como muchas familias de refugiados y migrantes llegan con bebés recién nacidos, hemos creado un espacio para madres y bebés dentro de las instalaciones del Centro de información sobre asilo, muy cerca de la zona donde los refugiados y los migrantes pasan su tiempo mientras están en tránsito en Belgrado. Este es un lugar donde las madres con niños pequeños pueden venir a alimentar o cambiar a sus bebés y también obtener una ración diaria de comida para bebé y productos de higiene.

   Después de que el número de refugiados y migrantes atrapados en la frontera húngara creciese, también entregamos paquetes básicos de nutrición y kits para bebés (que contienen alimento para bebés, leche, pañales, etc).

Niños refugiados

   En este momento no hay retenciones importantes en la frontera con Croacia, pero vamos a continuar siguiendo de cerca la situación para ser capaces de responder rápidamente en caso de necesidad. Al ver lo difíciles que fueron las condiciones en agosto y septiembre, estamos seriamente preocupados por los próximos meses de frío y lo que esas condiciones podrían significar para los refugiados que todavía están llegando a Serbia --un promedio de 1.000 personas cada día--.

   Mientras tanto, estamos presentes a diario en Belgrado, donde puede pasarse de 500 a 1.000 refugiados y migrantes en cualquier momento. Especialmente para los niños, que merecen una infancia feliz y sin preocupaciones: son las pequeñas cosas las que pueden marcar una gran diferencia.

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