La jefa de UNICEF viajará este fin de semana al país, donde 11 millones de personas requieren ayuda "urgente"
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El régimen sirio ha autorizado a la ONU a entregar asistencia médica por tierra a todas las zonas del país, un gesto aplaudido por la organización pero insuficiente para paliar la "catástrofe humanitaria" que se vive especialmente en la zona de Idlib, donde hay casi 950.000 desplazados por los combates desde principios de diciembre.
La vicesecretaria general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Ursula Mueller, ha comparecido este jueves ante el Consejo de Seguridad para reclamar vías con las que ampliar y mejorar el reparto de ayuda en Siria, habida cuenta de que 11 millones de personas requieren asistencia urgente y 7,9 millones necesitan ayuda alimentaria.
Mueller ha repasado la situación general en distintas zonas de Siria, desde la "catástrofe humanitaria en desarrollo" que acontece en el noroeste por la ofensiva de las fuerzas leales al régimen, a las necesidades de la parte noreste, donde la población civil sigue en una situación "extremadamente vulnerable".
"Ayer, en respuesta a nuestras peticiones de acceso por tierra al noreste de Siria, recibimos un permiso general del Gobierno de Siria para enviar asistencia médica por tierra a todas las zonas del país", ha anunciado Mueller, que ahora confía en que este gesto se traduzca en una ayuda efectiva a la población. En este sentido, ha recordado que la entrega desde países vecinos es "absolutamente esencial".
También ha participado en el debate la directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore, que ha lamentado la escritura de "otro nefasto capítulo en la catástrofe siria", habida cuenta de que "las necesidades son abrumadoras" y las agencias humanitarias apenas pueden hacerles frente.
Fore, que viajará a Siria y a otros países de la región este fin de semana, ha coincidido con Mueller en pedir garantías para que la ayuda pueda ser enviada desde países vecinos. En el caso de la parte noroeste, ha advertido, "la situación empeora cada día", tanto en términos bélicos como humanitarios.
La ONU ha confirmado la muerte de unas 300 personas en Idlib y Alepo desde que comenzó el año, entre ellas al menos cien civiles fallecidos solo en la primera semana de febrero, principalmente por ataques atribuidos a las fuerzas del régimen sirio y sus aliados, según el balance del Alto Comisionado para los Derechos Humanos publicado también este jueves.
EL DRAMA DE IDLIB
Idlib se ha convertido en las últimas semanas en el escenario más evidente de la precaria situación por la que atraviesan millones de civiles sirios. La zona registra el mayor éxodo civil desde que comenzó la guerra, con desplazados durmiendo en precarios refugios o directamente a la intemperie, "expuestos a la lluvia, la nieve y temperaturas bajo cero", según Fore.
"Cuando la leña se acaba, las familias queman todo lo que encuentran (...) solo para tener algo de calor frente al frío o un simple fuego con el que cocinar la comida que encuentran", ha añadido la directora de UNICEF, quien ha recordado que ya se han registrado casos de niños fallecidos como consecuencia de la climatología extrema.
En esta línea, Mueller ha traslado al Consejo el testimonio de mujeres cooperantes en Idlib que dan cuenta de una situación que "humanamente no es tolerable". Así, se han dado casos de "niños traumatizados que ya no hablan" o de mujeres embarazadas que "piden que se les haga una cesárea por miedo a dar a luz mientras están moviéndose y sin asistencia médica".
Las representantes de la ONU han coincidido en que la solución última a esta crisis pasa por resolver la guerra y poner fin a los combates de una vez por todas.
"Un niño nacido al principio de la guerra tiene ahora nueve años. ¿Estamos obligados a admitir que no podemos llegar a la paz? ¿Que somos incapaces o no queremos parar esta guerra destructiva?", ha planteado la máxima responsable de UNICEF.
NÚMERO "SIN PRECEDENTES" DE DESPLAZADOS
Por su parte, Najat Rochdi, asesora humanitaria del enviado especial de la ONU para Siria, ha hablado de las "consecuencias humanitarias catastróficas" de la ofensiva y ha destacado que existe "un número sin precedentes" de desplazados.
Rochdi ha reiterado su llamamiento a un "alto el fuego inmediato" en la provincia y ha hecho hincapié en la necesidad de garantizar la protección de los civiles, el acceso de la ayuda humanitaria y otros asuntos relativos a la protección.
Así, ha resaltado que los bombardeos y los ataques con artillería "siguen afectando a decenas de comunidades y aldeas en Idlib y Hama" y ha recordado que al menos once civiles, entre ellos siete niños, murieron el martes en un ataque contra una escuela en Maaret Masrín.
De esta forma, ha destacado que entre el 1 y el 25 de febrero murieron al menos 134 civiles, entre ellos 44 niños, y que once instalaciones médicas y 15 centros educativos fueron atacados o se vieron afectados por bombardeos y ataques con artillería en Idlib y Alepo.
Estos combates han provocado que cerca de un millones de personas se han visto desplazadas de sus viviendas desde el 1 de diciembre de 2019, mientras que las líneas de frente se están acercando a zonas densamente pobladas.
Por ello, destacado los esfuerzos de la comunidad internacional y las organizaciones humanitarias para entregar ayuda a las personas en situación de necesidad y ha pedido incrementar esta respuesta.