MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Siria ha condenado la "agresión" y la "ocupación" lanzada por Turquía en la región de Afrin y ha advertido de que responderá de la forma apropiada, en la medida en que se trata de una presencia de tropas extranjeras en un país soberano.
"La operación militar turca en el norte de Siria es una agresión flagrante", ha sentenciado este jueves el Ministerio de Exteriores, según los medios oficiales. La ofensiva, ha añadido, equivale a una "ocupación" y "será tratada de acuerdo a esta base".
En una carta remitida al secretario general de la ONU, António Guterres, y a la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Damasco ha acusado a Ankara de "difundir mentiras que no convencen a nadie" para tratar de "justificar" su avance.
Fuentes civiles citadas por la agencia de noticias SANA han informado de nuevos bombardeos por parte de las fuerzas turcas, a las que han acusado de "causar un gran daño en las viviendas de los ciudadanos y la infraestructura". En el décimo tercer día de ataques, han muerto "al menos dos civiles", entre ellos un niño.
Turquía lanzó el 20 de enero la 'Operación Rama de Olivo' en la región de Afrin, principalmente para contener la amenaza que representarían las Unidades de Protección Popular Kurdas (YPG), una organización a la que equipara con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
La ofensiva, que según Ankara se ha saldado ya con la muerte de más de 700 "terroristas", ha abierto un nuevo frente en la guerra de Siria. El Gobierno de Estados Unidos, aliado de las YPG, ha condenado estas operaciones, aunque la respuesta más contundente hasta la fecha ha llegado por boca del régimen de Bashar al Assad.