La región Asia-Pacífico da un paso atrás en la lucha contra el hambre, alerta la ONU

Casi 500 millones de personas, en peligro de hambruna crónica

HONG KONG, 6 Dic. (Reuters/EP) -

La región de Asia-Pacífico se está debilitando en sus esfuerzos para combatir la desnutrición, especialmente la infantil, según un estudio de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas publicado este martes y que alerta sobre la situación que atraviesan casi 500 millones de hambrientos allí.

A pesar de que el número de hambrientos en la región se ha reducido en la mitad en el periodo desde 1990 hasta 2015, la ONU detecta que el progreso se ha ralentizado en los últimos cinco años y hay síntomas de "una recaída o incluso un retroceso que podría erosionar los buenos resultados conseguidos hasta ese momento".

El estudio destaca la situación en Afganistán o Bangladesh. En el país centroasiático el índice de hambrientos descendió un 8,7 por ciento entre 2003 y 2008. Sin embargo, desde 2010 hasta 2015 el número ha subido un 1,5 por ciento. En Bangladesh el caso es más destacado: de 2010 a 2015 la tasa de reducción es solo de un 1,5 por ciento, diez veces menos que en el periodo desde 1997 a 2002.

Parte de la culpa la tienen la subida de precios del arroz, el descenso de la productividad agrícola y la ralentización del crecimiento económico, apunta el economista de la FAO David Dawe, uno de los autores del estudio, en declaraciones recogidas por Reuters.

En este sentido, el crecimiento económico en Asia se movió en torno a un porcentaje del 5,9, cuatro puntos decimales menos que en 2014. A menos dinero, menos comida.

490 MILLONES DE HAMBRIENTOS

Como resultado, un 12 por ciento de la población, unos 490 millones de personas, padece síntomas de malnutrición y casi uno de cada tres niños sufre enfermedades y deficiencias relacionadas con la falta de comida, especialmente en el sur de Asia.

En cifras globales, más de 800 millones de personas han padecido hambruna crónica entre 2012 y 2014 y 161 millones de niños menores de cinco años han padecido síntomas relacionados con esta deficiencia, principal causa de muerte en estas edades.