MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Al menos un militar ha muerto en el ataque perpetrado a primera hora de este viernes contra la principal base militar de Malí, situada en los alrededores de la capital, Bamako, según ha confirmado el Ejército, que ha achacado el incidente a "terroristas" del Frente para la Liberación de Macina (FLM).
El Estado Mayor del Ejército ha apuntado que los militares "han logrado contener otra intentona desesperada de terroristas del Frente de Macina --perteneciente a la filial de Al Qaeda en el país, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM)-- que han intentado acciones kamikazes con dos vehículos cargados de explosivos".
Así, ha manifestado que el incidente se ha saldado con un militar muerto y seis heridos, entre ellos un civil, mientras que siete terroristas han sido "neutralizados" y otros ocho han sido detenidos.
"El Estado Mayor del Ejército quiere asegurar a la población que la situación está bajo control y que puede continuar con sus ocupaciones", ha subrayado, al tiempo que ha destacado que los militares seguirán trabajando para "restaurar la calma y la serenidad" y "la libre circulación de personas y bienes".
Según las informaciones recogidas por el portal maliense de noticias Malijet, las explosiones en la base de Kati derivaron en un tiroteo, en medio de informaciones sobre la evacuación del lugar del líder de la junta y presidente de transición, Assimi Goita, en un convoy que se ha dirigido a Bamako.
Goita encabezó en agosto de 2020 la asonada contra el entonces presidente, Ibrahim Boubacar Keita-- y lideró posteriormente un segundo golpe de Estado en mayo de 2021 contra las autoridades de transición de Malí --momento en el que derrocó al presidente y el primer ministro, Bah Ndaw y Moctar Ouane--, alzándose al poder.
Las relaciones entre Bamako y la comunidad internacional se han tensado desde entonces, en parte por los retrasos en los plazos anunciados en un inicio para la celebración de elecciones y por el despliegue de mercenarios rusos del Grupo Wagner para hacer frente a la amenaza yihadista, lo que ha provocado la retirada de tropas occidentales.
Malí, al igual que otros países del Sahel, ha venido registrando en los últimos años un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.