El 84% estudiarían regresar a su país si se acabara el conflicto, según un estudio
MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Desde que se creó en 1991, el campo de refugiados de Dadaab, en el norte de Kenia, ha sido el hogar para cientos de miles de somalíes que huían del estado fallido en el que se había convertido su país. El Gobierno keniano ha pedido ahora al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) que proceda al cierre del campo, pero para más de la mitad de quienes residen en él volver a Somalia no es una opción.
El campamento acoge en la actualidad a unos 210.000 refugiados, de los que el 90 por ciento son somalíes, mientras que el 8 por ciento proceden de Etiopía y el 2 por ciento restante de Sudán del Sur. Dadaab llegó a ser el mayor campo de refugiados del mundo, con hasta 560.000 habitantes en 2011.
ACNUR / Assadullah Nasrullah
Según el último sondeo realizado el pasado febrero en los tres campos que componen Dadaab por REACH junto con el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), el 46 por ciento de los consultados no quieren regresar a su lugar de origen mientras que el 10 por ciento aseguran que es improbable que lo hagan.
Por otra parte, el 26 por ciento dicen que volverían a Somalia si se dieran ciertas condiciones, mientras que el 12 por ciento señalan que probablemente vuelvan a su país y el 6 por ciento se declaran seguros de regresar, según el estudio, realizado antes de que se conociera la decisión del Gobierno keniano a finales de febrero.
Entre quienes piensan regresar, los planes no son a corto plazo. Así, el 38 por ciento dicen que lo harán en los próximo seis meses o un año, el 29 por ciento después de un año, mientras que el 19 por ciento lo hará en entre tres y seis meses y solo el 14 por ciento en menos de tres meses.
Precisamente, el posible cierre de Dadaab --que ya ordenaron las autoridades kenianas en 2016 pero fue paralizado por un tribunal en 2017-- es el argumento esgrimido por el 39 por ciento para plantearse su regreso a Somalia, mientras que el 24 por ciento apunta a los conflictos entre los refugiados y otro 24 por ciento a la existencia de asistencia para el retorno. Por su parte, el 21 por ciento restante dice querer contribuir al futuro de Somalia con su regreso.
EL CONFLICTO DISUADE EL RETORNO
En cuanto a los motivos por los que los refugiados somalíes no se plantean volver a su país, el miedo al conflicto en que vive inmerso es el argumento esgrimido por el 79 por ciento, mientras que al 31 por ciento les disuade la llegada de grupos armados --en el país además de Al Shabaab, vinculado a Al Qaeda, opera cada vez más Estado Islámico-- y al 30 por ciento la sequía que azota a Somalia.
Sin embargo, si el conflicto se acabara y se restaurara la paz el 84 por ciento de los consultados vería como más probable su regreso, mientras que para el 49 por ciento mayores opciones de ingresos sería un argumento de peso para regresar y para el 46 por ciento la ayuda para el retorno.
Preguntados sobre si estarían dispuestos a acogerse al programa de retorno voluntario de ACNUR, que ha facilitado el regreso a Somalia a más de 83.000 refugiados desde 2014, el 65 por ciento de los hogares encuestados respondieron de forma afirmativa, mientras que el 35 por ciento lo descartaron. Entre estos últimos, el 42 por ciento adujeron su temor a perder su estatus de refugiado o de solicitante de asilo por ello.
ACNUR / Georgina Goodwin
Solo un 5 por ciento del total de 381 hogares consultados para el estudio dijeron contar con un miembro de la familia que había regresado a Somalia. En el 94 por ciento de los casos, volvieron de nuevo a Dadaab y el 81 por ciento de ellos viajaron a Somalia solo con carácter temporal.
Entre quienes regresaron a territorio somalí, el 88 por ciento no lo hicieron mediante el programa de repatriación voluntaria. En el 73 por ciento de los casos porque el retorno era temporal y en el 20 por ciento porque no podían optar al mismo. En cuanto al resto, el 7 por ciento no quería perder su estatus de refugiado o solicitante de asilo, otro 7 por ciento considera que el proceso era demasiado largo y otro 7 por ciento más regresó antes de que se creara el programa.
Por el momento no hay más detalles respecto a si el cierre se hará efectivo. Desde ACNUR, sí han recordado al Gobierno de Kenia que "cualquier retorno de refugiados debe hacerse de forma voluntaria y debidamente informada, en condiciones de seguridad y dignidad".