LONDRES 17 Nov. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Reino Unido ha aplazado sus planes para retirar a la Cámara Alta del Parlamento, que no es elegida por los ciudadanos, su derecho de veto sobre las nuevas leyes, dejando atrás las reformas exigidas en 2015 por el anterior primer ministro, David Cameron.
Cameron ordenó un análisis de la Cámara de los Lores después de que los legisladores bloquearan sus planes para recortar el gasto social, un movimiento poco frecuente que rompió una convención antigua y que provocó una crisis constitucional.
El análisis, realizado por el político conservador Thomas Galbraith, recomendaba que los lores pidieran a la Baja, la Cámara de los Comunes, que "pensara de nuevo" en las leyes que no apoyaban. Según esta propuesta, la Cámara Baja siempre tendría la decisión final.
Aun así, en los últimos cambios políticos realizados por la primera ministra Theresa May, que asumió el cargo en julio, el Gobierno ha asegurado que no tiene pensado introducir las recomendaciones del análisis. "No tenemos planes por ahora", ha asegurado el secretario de Estado David Lidington.
Los gobiernos británicos han tratado de realizar reformas sobre la Cámara Alta durante más de un siglo, pero el progreso ha sido lento y aún no se ha llegado a ningún acuerdo. Muchos legisladores quieren cancelar la Cámara de los Lores, ya que piensan que no es democrática y que muchos de sus miembros son demasiado mayores o muy pudientes para representar a los británicos más corrientes.