Keir Starmer, primer ministro de Reino Unido - Jordan Petttit/PA Wire/dpa
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Reino Unido ha convocado al embajador ruso en Londres, Andrei Kelin, ante la "campaña de agresión sin precedentes" emprendida por las autoridades de Rusia, dentro de la cual ha enmarcado las acusaciones "infundadas" vertidas la semana pasada contra personal diplomático británico.
Moscú anuló la semana pasada la acreditación de seis trabajadores diplomáticos y Londres ha denunciado en un comunicado lo que considera una violación recurrente de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Se trata, según un portavoz del Ministerio de Exteriores de Reino Unido, de "un patrón de comportamiento completamente inaceptable, muy poco profesional y que no alcanza los estándares de conducta (de relaciones) entre Estados".
El Gobierno de Keir Starmer ha asegurado que con esta "campaña deliberada", que incluye actos de desinformación o sabotaje, las autoridades de Rusia buscan minar "la seguridad y la democracia" de Reino Unido y, al mismo tiempo, presionar para que cese en su apoyo a Ucrania. "Rusia debe parar inmediatamente esta actividad", ha reclamado en un comunicado.
Más tarde, la legación diplomática rusa ha señalado que el embajador Kelin ha explicado a las autoridades británicas los motivos de la decisión tomada por Moscú de cancelar las acreditaciones de trabajadores diplomáticos británicos, apuntando a que se trata de una "respuesta natural" a las sucesivas declaraciones falsas vertidas por Reino Unido.
En concreto, desde Moscú han señalado directamente a la decisión de Londres de aplicar "medidas restrictivas unilaterales, incluida la terminación forzosa de los viajes de negocios de varios diplomáticos rusos". Así, desde Rusia se ha considerado que "el trabajo de los mencionados británicos iba más allá del alcance de las actividades diplomáticas" previstas por la Convención de Viena.