De momento, Sólo Bélgica y Dinamarca han acordado comprar misiles guiados, aunque otros como España tienen interés
BRUSELAS, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
Reino Unido, Hungría y Finlandia se han sumado este jueves a un proyecto para promover la adquisición conjunta de misiles de precisión guiados aire-tierra a través de la OTAN, liderado por Dinamarca y en el que participan España y otros aliados.
El proyecto se lanzó en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Gales en 2014 por Dinamarca, España, Portugal, Noruega, Grecia y República Checa para tratar de suplir la escasez en misiles guiados, tal y como puso de relieve la campaña aérea en Libia, cuando Dinamarca se quedó sin municiones.
Desde entonces, también se han sumado al proyecto Bélgica, Países Bajos y Polonia.
El proyecto pretende contribuir a rebajar el coste de adquisición agregando las demandas de los diferentes países y permitirles una mayor flexibilidad en sus reservas de municiones dado que todas las adquiridas en el marco del proyecto se podrán compartir e intercambiar entre los diferentes países.
Solo Dinamarca y Bélgica han pedido misiles de momento por valor de unos 20 millones de dólares estadounidenses, aunque se espera que más países se sumen a futuras órdenes de compra, incluido España, que ha mostrado "interés", han explicado fuentes aliadas.
Dinamarca y Bélgica recibirán los primeros misiles en 2018 y los siguientes en 2019, los dos años que cubre la actual petición de compra.
Ambos países han acordado comprar dos tipos de misiles. Se trata de las Municiones de Ataque Directo Conjunto (JDAM, por sus siglas en inglés) de Boeing, guiados por GPS, y los GBU-24 Paveway III de Raytheon, guiados por láser.
Fuentes aliadas han explicado que futuras órdenes de compra -que realiza la OTAN en nombre de los países a través de su agencia de Contratación y Apoyo (NSPA)-- no tiene por qué "limitarse" a este tipo de misiles.
El proyecto también pretende permitir un marco flexible en el que los aliados puedan "intercambiar" sus municiones cuando hagan pedidos que superan sus necesidades. Así por ejemplo, un país podría ceder a otro parte de sus municiones con una fecha más temprana de caducidad --por el deterioro de su materia explosiva-- y recuperar otros de mayor longevidad del otro país, más adelante.
Tampoco se descarta la idea de crear un almacén conjunto que contribuya a dar garantías a todos los países de que las condiciones de almacenamientos son idénticas y aptas.