MADRID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
Reino Unido ha instado a sus ciudadanos a salir de Etiopía ahora que todavía las opciones comerciales son viables, en un momento en el que el Gobierno etíope decretó ya el estado de emergencia la semana pasada después de varias semanas en las que los enfrentamientos con las fuerzas rebeldes en Tigray han aumentado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores (FCDO) ha aconsejado a los británicos que se encuentren actualmente en Etiopía que salgan del país "mientras las opciones comerciales aún están disponibles", ya que "es probable que sea mucho más difícil en los próximos días" debido al ya "muy limitado" apoyo consular.
"En caso de que la situación política o de seguridad siga deteriorándose, la Embajada británica puede verse limitada en la asistencia que puede ofrecer", ha advertido el FCDO, que dice no poder asegurar que pueda evacuar a todos los ciudadanos de Reino Unido en caso de emergencia.
"Actualmente existen buenas opciones comerciales para la mayoría de los destinos desde el Aeropuerto Internacional de Adís Abeba, con la mayoría de sus vuelos domésticos operando normalmente", a excepción de los lugares más golpeados por el conflicto, como Semera, Weldiya, o Tigray, enumera.
A su vez, ha desaconsejado poner rumbo a Etiopía, pero en el caso de aquellos que continúan en el país africano, les ha recomendado que "cumplan con las instrucciones de las autoridades locales", en un momento en el que se ha decretado el estado de emergencia nacional, y sigan de cerca la información que aparece en redes sociales y prensa.
Las recomendaciones Londres se dan en un momento en el que el conflicto interno ha escalado estos días todavía más, con el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) asegurando durante las últimas horas que continuará su avance hacia la capital, Adís Abeba, a menos que el primer ministro, Abiy Ahmed, "acepte sus condiciones" para poner fin a un conflicto que se alarga desde hace más de un año.
El TPLF ha logrado durante los últimos días avances territoriales en la región de Amhara (norte) ante una expansión del conflicto y tras su alianza con el grupo rebelde Ejército de Liberación de Oromía (OLA), escindido del Frente de Liberación Oromo (OLF) tras el acuerdo de paz de 2018.
Ante esta situación, el Parlamento etíope aprobó la semana pasada el estado de emergencia decretado por el Gobierno. Por su parte, las autoridades de Adís Abeba instaron a los ciudadanos a armarse y proteger los barrios ante el avance de los rebeldes.
El conflicto comenzó el 4 de noviembre de 2020 cuando Abiy ordenó una ofensiva militar en represalia por el ataque a la base del Ejército en Mekelle tras meses de tensiones entre el TPLF y el Gobierno central en torno al aplazamiento de las parlamentarias, finalmente celebradas en junio y en las que Abiy logró una victoria aplastante ante los llamamientos al boicot y la falta de votación en varias zonas --entre ellas Tigray-- por la inseguridad.
Sin embargo, el TPLF logró importantes avances en junio que le permitieron recuperar Mekelle, tras lo que Abiy anunció un alto el fuego unilateral citando motivos humanitarios, rechazado por el grupo, que expandió su ofensiva a las adyacentes regiones de Amhara y Afar, haciendo temer una propagación de la guerra al resto del país.