MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Salud de Reino Unido ha constatado este martes 4.040 nuevos contagios de COVID-19 y 56 fallecidos a causa de la enfermedad, frente a los 4.650 y 23, respectivamente, confirmados durante la jornada anterior.
Con estas cifras, el cómputo global del país europeo ha ascendido hasta las 4.341.736 personas, mientras que un total de 126.670 han muerto a causa de la COVID-19 desde que comenzó la pandemia.
Respecto a la situación hospitalaria, las autoridades sanitarias británicas han detallado que 289 personas más han requerido un ingreso hospitalario durante la jornada. Hasta el momento, 4.153 personas permanecen hospitalizadas en el país europeo con la enfermedad, 583 de ellos con respiración mecánica.
En referencia al avance del plan de vacunación de Reino Unido, el Ministerio de Salud ha trasladado que más de 30,6 millones de personas han recibido la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, mientras que 3,8 millones han sido inoculados también con la segunda.
Por su parte, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha confirmado durante la jornada que la orden de permanecer en casa decretada para todo el territorio se levantará el viernes y, en su lugar, se pedirá a la ciudadanía que permanezca donde habitan, dentro de los límites planteados por las autoridades locales durante las próximas tres semanas.
Además, las peluquerías, las barberías y los jardines, entre otras instalaciones, podrán reabrir a partir del próximo lunes. El próximo paso, según Sturgeon, será la reapertura de las tiendas, los gimnasios y otras instalaciones interiores, que podrán volver a ponerse en funcionamiento el 26 de abril, cuando la restricción de viajes vigente para Escocia también se eliminará, según ha informado la BBC.
En este contexto, Sturgeon ha remarcado el papel de la vacunación en el marco de la lucha contra la pandemia de COVID-19, subrayando que ha sido "mejor" de lo que las autoridades se hubieran "atrevido a esperar a principios de año". Del mismo modo, ha advertido de que, a pesar de la progresiva reapertura, no hay hueco para la "complacencia" y ha instado a la ciudadanía a permanecer "súpervigilantes" en su día a día.