MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Uno de los tres terroristas que perpetraron el atentado que acabó con la vida de siete personas en la capital británica el 3 de junio, Rachid Redouane, había solicitado asilo en Reino Unido, petición que le fue rechazada en 2009, si bien las autoridades creen que pudio seguir en el país antes de trasladarse a Irlanda tres años después.
Redouane, de 30 años y de origen marroquí y libio, se casó con una mujer de nacionalidad británica, por lo que consiguió el permiso de residencia que permite viajar por la Unión Europea (UE) y con el que pudo solicitar un permiso para quedarse en Reino Unido una vez que salió de Irlanda, según la emisora estatal irlandesa RTL.
Según el 'número dos' de la oficina para protección del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Volker Türk, que Londres rechazara el asilo a Redouane demuestra que el sistema funciona. "Como hemos podido ver en este caso, esta persona no obtuvo el asilo y no se le reconoció como refugiado", ha señalado Türk.
Türk ha considerado, en declaraciones pronunciadas en el Instituto Internacional de Asuntos Europeos en Dublín, que es importante tener "en mente" este caso en el debate sobre el asilo, la seguridad y el terrorismo "porque una cosa no tiene nada que ver con la otra".
El ataque comenzó en torno a las 22.00 horas del sábado (23.00, hora peninsular española). El vehículo de los asaltantes, identificado en principio como una furgoneta blanca, arrolló a varias personas en el puente de Londres. Sólo en ese suceso resultaron heridas al menos 30 personas, según confirmó el servicio de Ambulancias de Londres a través de su cuenta de Twitter.
A continuación, la furgoneta se dirigió al Mercado de Borough, un recinto con varios restaurantes y centros de ocio. Allí, los asaltantes decidieron bajarse del vehículo y apuñalaron a un número todavía indeterminado de personas --aunque la Policía de Londres ha confirmado que hay un agente herido, si bien su vida no corre peligro-- antes de morir a causa de los disparos efectuados por las fuerzas de seguridad.
En total, el ataque duró aproximadamente diez minutos. Los asaltantes, todos hombres, portaban lo que en un primer momento se creía que eran chalecos explosivos, aunque luego se confirmó que eran falsos, según declaraciones del ayudante al comisario de Policía de Londres, Mark Rowley.