MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Reino Unido ha anunciado este lunes que reducirá su cooperación en materia de defensa y limitará las relaciones con las autoridades de Georgia en respuesta a la represión de las protestas antigubernamentales de la última semana, que han dejado unas 400 detenidos, según las propias cifras oficiales.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, ha condenado los hechos de violencia contra manifestantes y periodistas que se produjeron la última semana en Tiflis, la capital. "Son inaceptables y deben terminar", ha zanjado.
"Estas acciones empañan la reputación internacional de Georgia y contradicen el compromiso constitucional del país con un futuro europeo", ha manifestado Lammy, en relación a la decisión del Gobierno georgiano de aplazar el proceso de adhesión a la Unión Europea, desencadenante de esta nueva ola de protestas que ha dejado centenares de heridos, entre ellos unos 150 policías.
Es por ello, que Reino Unido ha decidido suspender de manera inmediata cualquier apoyo al Gobierno de Georgia, restringir la cooperación en materia de defensa y las relaciones con los funcionarios de ese país "hasta que se detenga este alejamiento de las normas y libertades democráticas europeas", ha explicado Lammy.
"Reino Unido seguirá apoyando al pueblo de Georgia y su derecho a elegir el futuro de su país", termina el ministro de Exteriores.
A finales de noviembre comenzaron las fuertes protestas en Georgia después de que el primer ministro, Irakli Kobajidze, anunciara la decisión de retrasar la negociación con la Unión Europea, si bien ha matizado que la adhesión sigue siendo una "cuestión prioritaria", pero en base a los principios de soberanía.
Mientras tanto, Estados Unidos ha cancelado su acuerdo de asociación estratégica con Georgia y la Unión Europea no descarta sanciones. A ello se suma la advertencia de la presidenta Salomé Zurabishvili de no dejar el cargo tras las elecciones del 14 de diciembre al no reconocer la legitimidad de las pasadas legislativas.