MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El relator especial de la ONU sobre la situación de los Derechos Humanos en Birmania, Tom Andrews, ha alertado este miércoles de la "emergencia sanitaria" en Birmania alentada por el aumento de casos coronavirus y la situación en el país tras el golpe de Estado de la junta militar.
"Una explosión de casos de la COVID-19, incluida la variante delta, el colapso del sistema sanitario y la profunda desconfianza del pueblo de Birmania con la junta militar, son una tormenta perfecta que podrían causar una pérdida significativa de vidas sin ayuda de emergencia de la comunidad internacional", ha remarcado.
En un comunicado, el relator ha sentenciado que "el derecho a la salud" se le ha negado a la mayoría de personas en el país asiático. "La junta carece de los recursos, las capacidades y la legitimidad para controlar esta crisis", ha alertado, así como ha apuntado los informes sobre la escasez de suministros médicos y de la incapacidad de vacunación.
"Birmania está en riesgo de convertirse en un país superpropagador del coronavirus tanto dentro como fuera de sus fronteras", ha manifestado.
Asimismo, se ha referido a los más de 6.000 detenidos arbitrariamente, ya que se encuentran en instalaciones repletas y sin condiciones adecuadas. "La población encarcelada, incluidos los miles de presos políticos que han sido detenidos arbitrariamente desde el golpe, se encuentra en grave peligro", ha dicho.
Desde el inicio de la pandemia, Birmania ha registrado 201.274
casos positivos y 4.181 muertes relacionadas con la enfermedad. La asonada del 1 de febrero tuvo lugar poco antes de que tomara posesión el nuevo Parlamento, surgido de las elecciones de noviembre, en las que la Liga Nacional para la Democracia (NLD) de la antigua líder 'de facto', Aung San Suu Kyi, se hizo con una amplia victoria, en medio de las denuncias de fraude de un partido vinculado a las Fuerzas Armadas.