MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de los Derechos Humanos en Birmania, Tom Andrews, ha aplaudido este jueves las sanciones impuestas por Estados Unidos, Reino Unido y Canadá contra la junta militar y ha llamado a otros países a seguir los mismos pasos.
Andrews ha expresado así en un comunicado que considera "imperativo" que la comunidad internacional aumente las sanciones a medida que la junta "recrudece la represión contra el pueblo birmano".
"Esta semana Estados Unidos ha dado uno de los pasos más significativos hasta la fecha contra la junta militar birmana, primero imponiendo sanciones no solo contra individuos sino contra el Consejo Administrativo Estatal y después abriendo la puerta a tener como objetivo a aquellos que siguen haciendo negocios con la junta y ayudan así a que salgan adelante estos ataques contra los birmanos", ha aseverado.
En este sentido, ha señalado que la designación supone un nuevo golpe contra las finanzas de la junta y un paso adelante en la buena dirección". Como resultado de la orden ejecutiva, todos los ciudadanos estadounidenses "tienen prohibido enviar fondos, vienes y servicios que puedan beneficiar a la junta", tal y como ha explicado.
Además, cualquier transacción en dólares queda prohibida, lo que implica que "no solo los bancos estadounidenses sino todas las entidades que tengan conexión con Estados Unidos puedan enfrentarse a sanciones civiles y penales si realizan este tipo de transacciones", ha dicho.
"Esto es una señal de alerta para todos aquellos que quieran seguir adelante con los negocios con la junta", ha aseverado Andrews, que ha señalado que aquellos que "siguen ayudando a esta empresa asesina (...) ahora podrían enfrentarse ellos mismos a sanciones".
"Espero que estas acciones sirvan como un toque de atención. (...) Si hacer lo correcto no es un factor a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones quizás lo sea el hecho de proteger los intereses propios", ha manifestado.
El relator ha instado así a la comunidad internacional a "reconsiderar" su postura frente al golpe de Estado del 1 de febrero y ha recalcado que "ahora es el momento de actuar".